El pentacampeón Lewis Hamilton celebró su título con una victoria, no sin sufrimiento, en el GP de Brasil. El británico le dio a Mercedes el título de constructores en una carrera marcada por el incidente de Esteban Ocon con el piloto del día, un Max Verstappen que desde el principio dio espectáculo, y que fue embestido por el de Force India cuando iba líder. Hamilton empezó la carrera con mucha fuerza, pero por detrás era el vendaval Verstappen quien ponía el picante.
Con dos acciones memorables, primero sobre Vettel y después sobre Bottas, demostró que en un circuito con recuerdos a Ayrton Senna por todas partes, es capaz de hacer adelantamientos colosales. Sin embargo, y pese a que la gestión de los neumáticos fue mucho mejor en Red Bull que en Mercedes, la acción que definió la carrera la marcó Esteban Ocon.
El piloto francés de Force India, que no tiene sitio para 2019 en la parrilla por el cambio de dueños del equipo y que es canterano de Mercedes, embistió de manera clara y ostentosa a Verstappen, que iba líder. Aunque Ocon no luchaba por posición con Verstappen, el francés intentó ganarle la plaza en la entrada de la curva y dejó al holandés seriamente tocado.
El enfado que tenía el de Red Bull después de la prueba era notable, no sólo por la acción en sí, sino por el paupérrimo castigo: un 'stop&go' de sólo 10 segundos para Ocon, que no le impidió acabar la carrera 15º. El final de la prueba estuvo marcado por las intentonas de los hombres de Red Bull de ganar una plaza: Verstappen, con el coche muy dañado, se acercó mucho a Hamilton, sin suerte, mientras que Ricciardo hizo lo propio con Räikkönen, sin conseguirlo tampoco. Al final, fue el finlandés quien completó el podio. Con este resultado, Mercedes extiende su reinado y ya son cinco años consecutivos en los que logra el doblete de campeonatos de pilotos y constructores.
DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO / 20 MINUTOS