Fernando Alonso no pudo conquistar las 6 horas de Shanghái, una prueba marcada por la lluvia que generó numerosos problemas a los equipos. Kamui Kobayashi, Mike Conway y José María López llevaron al Toyota número 7 a una nueva victoria, la segunda consecutiva, por delante de sus compañeros del 8, que vieron cómo las decisiones en boxes les perjudicaron. La carrera tuvo dos partes muy marcadas. La primera mitad, en la que hubo tres coches de seguridad y dos periodos largos de bandera roja, dejaron prácticamente sin rodar a los competidores en las tres primeras horas.
En esta parte de la prueba, Sebastien Buemi cuajó un magnífico relevo que le permitió colocar el Toyota 8 al frente, por delante de un 'Pechito' López que mostró sus carencias en condiciones de agua. Fue cerca del ecuador de la prueba cuando Alonso se puso al volante de su Toyota.
Tenía muchas expectativas, ya que era su estreno en mojado en el WEC, y superó el examen con nota: no sólo mantuvo el liderato sino que lo aumentó hasta casi 30 segundos frente a Kobayashi, que fue el encargado de llevar en este relevo el otro Toyota. Sin embargo, nada más cruzar el ecuador, el cuarto coche de seguridad de la jornada (no fue el último) provocó un cambio de guión que, a la postre, fue determinante.
El causante fue el DragonSpeed 10, que se quedó empanzado en la grava La diferencia entre los competidores se neutralizó y, como es habitual, se decantaron por entrar en boxes para hacer repostajes y cambios de neumáticos. Toyota mandó entrar primero a Kobayashi con el 7, cuando antes habían hecho una parada simultánea de ambos prototipos. Una vuelta después, Alonso hizo lo mismo, pero al salir se encontró con el semáforo el rojo porque, según la normativa, en una situación así debe esperar a que pasen todos los coches reagrupados si no consigue hacer la parada antes de que el coche de seguridad llegue a la recta de meta.
La consecuencia fue letal para sus aspiraciones: de ser líder destacado pasó a ser tercero con más de 20 segundos de desventaja. Alonso siguió intentándolo hasta el final de su relevo, e incluso acabó marcando la vuelta rápida de la carrera, pero poco a poco se fueron desvaneciendo sus opciones.
El cambio de pilotos para la última parte (Conway se montó en el 7, Nakajima en el 8) no propició el cambio de posiciones, pese a que a falta de media hora del final de las seis previstas empezó a llover con más fuerza. El accidente de Isaakyan con su SMP Racing hizo salir por quinta vez el coche de seguridad. Sin embargo, las órdenes de equipo ya estaban dadas y pese a que Nakajima llegó a ponerse a sólo 7 segundos de Conway, no cambiaron las posiciones.
En el podio les acompañaron Vitaly Petrov, Mikhail Aleshin y Jenson Button, que acabaron luchando por el bronce con el Rebellion de Lotterer, Senna y Jani. En las demás categorías, ganó el Oreca 38 de Jackie Chan en LMP2, el Aston Martin 95 en LMGTE-Pro (que logró un meritorio 7º puesto absoluto) y el Porsche de Dempsey-Proton 88, uno de los afectados por el castigo del WEC tras Japón, en LMGTE-Am.
Alonso, Buemi y Nakajima siguen líderes de la general tras este resultado, pero ahora son sólo cinco puntos de ventaja los que tienen sobre sus compañeros del otro Toyota. El WEC regresará en marzo, con la disputa de las 1.000 Millas de Sebring.
DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO