Este lunes, la NFL tomó una decisión que sacudió a millones de fans del football en México: debido a las paupérrimas condiciones de la grama del Estadio Azteca, el juego a realizarse en 'Coloso de Santa Úrsula' el próximo 19 de noviembre tendrá que llevarse a cabo en el Los Angeles Memorial Coliseum, casa de los Rams.
Aunque el desvanecimiento de la posibilidad de disfrutar uno de los mejores partidos de la temporada en territorio azteca es lamentable para los mexicanos, existe otro factor que los podría afectar aún más. Este martes, el periódico 'El Economista', basado en un estudio realizado por la firma Ernst & Young, informó que la economía de la Ciudad de México podría sufrir la pérdida de 66.5 millones de dólares por concepto de inversiones.
De acuerdo con la consultora financiera, en los dos compromisos anteriores celebrados en la capital mexicana âTexans-Raiders y Patriots-Raidersâ se consiguió una inversión de 104 millones de dólares, con un crecimiento de 21% en el juego de 2017, algo que se podría replicar para el recién cancelado encuentro. De la cifra que reportan Ernst & Young, 14.5 millones corresponde a dinero que el gobierno mexicano inyecta anualmente al evento desde que se firmó un convenio con la NFL en 2016.
Este monto tiene como finalidad fomentar el turismo internacional hacia el país a través de la promoción de la Marca México. No obstante, la liga no saldrá ilesa por el traslado del Monday Night Football de la Semana 11 a territorio estadounidense.
El contrato firmado entre la NFL y el Consejo de Promoción Turística, organismo perteneciente a la Secretaria de Turismo (Sectur) del gobierno federal de México, estipula que “en caso de que el proveedor (NFL) dé por terminado este contrato (en el entendido que la terminación se deba a un evento de fuerza mayor […], como consecuencia de la terminación de este contrato, el proveedor deberá rembolsar al Consejo el monto total de la contraprestación por evento que el proveedor haya recibido”.
Es decir, las oficinas de Roger Goodell tendrían que devolver un porcentaje de los casi 15 millones de pesos. Una parte los ingresos aún se mantendrían en las arcas de la NFL, pues los gastos que realizó la liga no se regresarían a la Sectur. Sin embargo, hay otra fuga de dinero considerable para México: los ingresos por boletaje. Para el partido de este año, el costo promedio de una entrada rondaba los 105 dólares y el aforo máximo del Estadio Azteca es de aproximadamente 87 mil personas, con lo que cual se tendrían una entrada de 9.13 millones de dólares.
La NFL anunció que muy pronto dará a conocer el procedimiento que deberá realizarse para conseguir el rembolso por el costo de los boletos. Se mire como se mire, este suceso ha dejado muy mal parado a México en el exterior y podría repercutir aún más en la imagen que tienen en el extranjero del país.
AS