Una fotografía de Leo Messi y Luis Suárez presenciando un partido de las categorías inferiores del Barcelona se ha hecho viral un año y medio después de ser tomada. La imagen del argentino y el uruguayo ha servido como ejemplo del comportamiento que los padres deberían tener en los campos de fútbol base, donde en ocasiones se viven vergonzosas escenas de progenitores dando instrucciones a sus hijos o criticando vehementemente la actuación del árbitro, el entrenador u otros compañeros de equipo de sus vástagos.
"Saliendo de ver un partido de alevines de mi hijo y llego a la siguiente conclusión. Apreciado padre, si ellos no dan indicaciones a sus hijos, tú que no tienes ni puta idea tampoco lo hagas. Tu hijo, como el mío, dudo que lleguen a jugar en Tercera, pero yo sí que lo sé, tú no. (…) Y si estos no cuestionan al entrenador ni dan órdenes, tú tampoco lo hagas", escribió el usuario de Twitter @vicentemarcador.
La viralidad de la publicación, que supera ya las 20.000 interacciones, ha saltado nuestras fronteras y ha llegado hasta Uruguay, donde la violencia verbal en el fútbol base es también un problema. Allí han puesto números al futuro de los niños que juegan al fútbol. Según un estudio citado por el diario charrúa El País, de los 61.000 pequeños que practican el deporte, apenas un 1,5% llegará a jugar en la Primera División del país y un ínfimo 0,14% conseguirá en algún momento militar en una liga extranjera.
AS