El jardinero central Jackie Bradley Jr. se encargó de poner el bateo oportuno con tres importantísimos imparables que le permitieron llevarse el premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, que su equipo, los Medias Rojas de Boston, ganaron por 4-1 a los Astros de Houston, al mejor de siete partidos.
Bradley Jr. conectó un doble de tres carreras para darle la ventaja a Boston en el Juego 2, selló la victoria 8-2 en el Juego 3 con un grand slam en el octavo episodio y largó un bambinazo de dos anotaciones en la sexta entrada para poner arriba a los suyos en el Juego 4. Los tres imparables fueron los únicos que pegó durante toda la serie, pero le sirvieron para impulsar nueve carreras y ser figura en tres de los cuatro triunfos de los Medias Rojas, que ganaron de manera consecutiva.
"El triunfo es de todos, yo puse el bateo oportuno en los momentos claves, pero el resto de los compañeros también lograron carreras claves, hicieron una gran defensa y desde el montículo silenciaron a la ofensiva de los Astros", comentó Bradley Jr. Ahora, Bradley Jr. junto con Mookie Betts y Andrew Benintendi, que son sus compañeros en los jardines, buscarán la cuarta corona para Boston en 15 años. Abrirán la Serie Mundial el martes como locales en el Fenway Park, ante los Dodgers de Los Ángeles o los Cerveceros de Milwaukee.
Los Dodgers tienen una ventaja de 3-2 en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, cuyo sexto juego está previsto para este viernes por la noche en el Miller Park. Boston no disputaba la Serie Mundial desde 2013, cuando se coronó campeón y ahora buscará el cuarto título en los últimos 15 años. Bradley Jr. se llevó el premio MVP, pero otro jugador decisivo de los Medias Rojas fue Benintendi, quien capturó un elevado largo para el último out. Esa atrapada no fue ni por asomo tan espectacular como la que puso fin al cuarto juego, el miércoles por la noche.
En esa jugada, una de las claves de la serie, el jardinero izquierdo se zambulló de forma temeraria para quedarse con la pelota, cuando las bases estaban congestionadas. Un falló en la captura de la pelota hubiese sido letal para su equipo, pero la colocación del guante fue perfecta y también salvó a su equipo para asegurarle la victoria. Dentro del vestuario de los Medias Rojas, que celebraron el triunfo envueltos en champán, había también el consenso de ahora se encontraban ante el reto más grande y el decisivo, que será el conseguir cuatro triunfos más que hagan que el 2018 se convierta en un año especial en la historia del equipo de Boston.
EFE