Lefty Driesell hizo reír al público. Dino Radja intentó contener las lágrimas. Blue Devils y Tar Heels llevaron su rivalidad al Salón de la Fama de la NBA y Ray Allen hizo una oferta de paz a sus excompañeros de los Celtics. Y todo con la asistencia de tres de los mejores bases en la historia de la NBA. El Salón de la Fama dio la bienvenida el viernes a los 13 miembros de la Promoción de 2018, reconociendo a jugadores, entrenadores y contribuidores que rompieron récords y barreras en igual medida.
Rick Welts, el primer ejecutivo de la NBA abiertamente homosexual compartió protagonismo con Charlie Scott, el primer afroestadounidense que recibió una beca deportiva en Carolina del Norte. Ora Mae Washington fue reconocida por su carrera previa a la Segunda Guerra Mundial, cuando ganó 11 veces consecutivas el Campeonato de Baloncesto para Mujeres de Color. Tina Thompson fue la primera elegida en el draft de la WNBA.
Entre los nuevos miembros del Salón de la Fama están también Katie Smith, entrenadora del Liberty de Nueva York y máxima anotadora en la historia del baloncesto profesional femenino; el veterano ejecutivo de la NBA Rod Thorn y Grant Hill, el primer jugador de Duke que ingresa en la institución.
"Es un verdadero honor estar con todos ustedes”, dijo Steve Nash, quien fue presentado con bases Jason Kidd y Maurice Cheeks. "No estaba previsto que yo estuviese aquí”, agregó Nash, que nació en Sudáfrica y se crió en Canadá y fue reconocido como el Jugador Más Valioso de la NBA dos veces consecutivas.
"Jueguen en el largo plazo. No tienen que ser el elegido. Si eres paciente, las mesetas se convertirán trampolines”. Allen se refirió a sus excompañeros Kevin Garnett y Paul Pierce, diciendo que los integrantes de los Celtics que ganaron el título de 2008 eran "futuros miembros del Salón de la Fama”. Los dos publicaron mensajes de felicitación en redes sociales, normalizando una relación que se congeló cuando Allen fichó por Miami para intentar ganar otro anillo en 2012.
AP