Jorge Linares (45-4, 28KOs) fue una máquina de lanzar golpes y noqueo en el tercer asalto al puertorriqueño Abner Cotto (23-4, 12KOs) en su debut en la división superligero en la pelea que se llevó a cabo en el Fantasy Springs Casino de Indio, California.
El venezolano mostró todo el trabajo que hizo con su entrenador Jorge Zerpa y demostró que aún tiene fuerza en sus golpes y que está listo para batallar en las 140 libras. "Salí a buscar el nocaut, me sentí muy bien, 140 libras las hago muy fácil", dijo el de Barinitas en la entrevista que le realizaron postcombate.
Desde el campanazo inicial Linares no dejó respirar al boricua que sufrió un knockdown en el segundo asalto tras una derecha del venezolano. En el round siguiente nuevamente una derecha del "Niño de oro" envió a Cotto a la lona y luego este se quejó de un golpe bajo y Linares aprovechó para acabarlo y miembros de la Comisión de Boxeo de California subieron al ring para parar la refriega.
"Estaba decidido desde el primer round, pero queria demostrar el trabajo que hice en el gimnasio", comentó el barinés. Linares mostró todo lo que trabajó durante los últimos meses en el gimnasio, el movimiento de tronco, las combinaciones, el uso del jab y los golpes básicos del boxeo. Hace días su entrenador aseguró que “Jorge va a dejar boquiabierto al mundo del boxeo”, y en territorio californiano fue así. El llanero regresó y apunta alto en busca de su cuarto campeonato mundial. Ahora el púgil venezolano espera luchar contra los grandes de la división como Mikey García con el que estuvo a punto de luchar este año.
"Estamos listos para las grandes peleas de nuevo". El barinés se recuperó de la derrota que sufrió en mayo ante Vasyl Lomachenko y recuperó la ferocidad en su boxeo tras traer de nuevo a su esquina al veterano entrenador venezolano Jorge Zerpa quien se encuentra invicto en la esquina del oriundo de Barinas. "Estoy muy agradecido con Jorge Zerpa", asestó el "Niño de Oro".
Rowerth Goncalves Meridiano