La Federación Danesa de Fútbol (DBU) ha confeccionado una selección absoluta con jugadores de equipos semiprofesionales para disputar los partidos contra Eslovaquia y Gales por el conflicto que mantiene con el sindicato de futbolistas. Al no llegar a un acuerdo el viernes, la DBU ofreció uno temporal y los jugadores sugirieron en su lugar prolongar el actual, algo que la federación rechazó e interpretó como un no a participar en el amistoso de mañana contra Eslovaquia y el debut cuatro días después frente a Gales en Liga de Naciones, el nuevo campeonato de la UEFA.
"Hemos seleccionado un equipo con jugadores que quieren jugar por Dinamarca. Los partidos de mañana y el domingo son decisivos para que la UEFA no nos mande al quinto pino", dijo hoy el director de la DBU, Claus Bretton-Meyer, en alusión a una posible sanción.
Jugadores de la Superliga, máxima categoría del fútbol danés, habían aceptado jugar, pero no fueron convocados por el "acoso" sufrido por sus compañeros, según Bretton-Meyer, motivo por el que un psicólogo viaja con el equipo y por el que la DBU no difundirá la lista hasta que los jugadores estén en Bratislava.
Los 23 convocados salieron a escondidas en un autobús a la puerta de la sede de la DBU en Brøndby (afueras de Copenhague). La convocatoria está formada por jugadores de la segunda y tercera categoría, e incluye también a alguno de la selección de fútbol sala, un deporte de reciente implantación en Dinamarca, según la edición digital del tabloide Ekstra Bladet.
El técnico temporal sería John "Faxe" Jensen -campeón de Europa como jugador en 1992 con Dinamarca y ayudante de Michael Laudrup en el Getafe (2007-2008)-, una vez que el seleccionador danés, Åge Hareide, y su ayudante, Jon Dahl Tomasson, han sido liberados.
Las partes llevan negociando sin éxito desde el pasado verano un nuevo acuerdo que sustituya al que expiró tras el Mundial de Rusia, en el que Dinamarca cayó en octavos de final. La discordia se centra en la forma de regular la participación de los jugadores en actos publicitarios de la selección y los posibles conflictos con sus propios patrocinadores personales.
La DBU rechazó en dos ocasiones la propuesta del sindicato de futbolistas de continuar las negociaciones y prolongar el actual acuerdo de forma provisional, y decidió armar una nueva convocatoria con nombres de equipos modestos en menos de dos días, aunque se encontró con la negativa de varios clubes y jugadores.
Varios jugadores, como la estrella del Tottenham Christian Eriksen o el capitán Simon Kjaer (Sevilla), han criticado en público la postura de la federación. El acuerdo recién caducado, firmado en 2015, provocó un conflicto en el pasado entre las dos partes por diferencia de interpretación, que acabó con una sentencia del Tribunal de Arbitraje que obligó a la federación a pagar 3 millones de coronas (unos 400.000 euros).
La DBU ya se vio inmersa en un conflicto similar un año atrás con la selección femenina, aunque este centrado en una reivindicación salarial, que provocó la suspensión de un amistoso y no presentarse a un partido de clasificación contra Suecia, lo que fue castigado con una sanción por la UEFA.
EFE