ARTURO VIDAL
Este lunes, los hinchas del conjunto azulgrana esperaban con ansias la llegada del cuarto fichaje del equipo de cara a la próxima temporada. Arturo Vidal dejaría atrás los colores del conjunto bávaro para empezar a vestir la camiseta de una institución que tiene como lema ser algo más que un club deportivo.
El chileno será culé por las próximas tres temporadas. El mediocampista cumplió una serie de actividades en su primer día: estampó su rúbrica, dominó la caprichosa, ejecutó algunos toques de balón junto a su hijo en el engramado del Camp Nou y realizó su primera sesión de entrenamientos.
El futbolista recorrió el afamado túnel, por el que transitan los nuevos fichajes, y compartió con el resto de los sudamericanos. Las dudas en torno al chileno son dantescas. Nadie duda de la capacidad y ritmo del nacido en la capital chilena, pero sí sobre su adaptación al esquema y a su compleja personalidad, por la que ha estado inmerso en diversos conflictos extradeportivos.
Su llegada a la zona media aportará defensa, fortísimas intercepciones, proyección ofensiva, control del balón y buen juego aéreo. Todo apunta que, tras visualizar al resto del plantel, su titularidad no estará en discusión y su objetivo no será más que manejar las riendas de un equipo que traslada el balón al ritmo del fenómeno messiano.
Rey del mediocampo. Vidal es más que efectivo en duelos cuerpo a cuerpo, en labores defensivas u ofensivas. Respetando las distancias y comparaciones, el juego del chileno tratará de evocar los trucos de magia que realizaba el español, Andrés Iniesta: buscar los espacios, sumarse al ataque y ser el regulador del frenesí azulgrana. La presencia de Busquets y Rakitic, quienes defenderán la zona media, le permitirá al chileno soltarse un poco más.
Bajo este planteamiento, el mediocampista anotó seis goles y asistió en par de oportunidades a sus compañeros bávaros. Su juego es tan contundente que, durante la pasada temporada en el fútbol alemán, fue amonestado con tarjeta amarilla en once oportunidades. Sobre Messi. Al comparecer ante los medios, el futbolista dejó muy claro sus pretensiones con la institución: quiere apoderarse de la orejona y aportar al equipo. El jugador no lo pensó dos veces para afirmar que la pulga argentina es el mejor de la historia. “Ahora que lo voy a tener como compañero, espero estar a la altura”, dijo en rueda de prensa.
Alejandro Díaz / MERIDIANO