SAINT-LARY-SOULAN, Francia. Nairo Quintana, que había advertido que iba a luchar “como un león” en la decimoséptima etapa, que todos colocaban como la decisiva de este Tour de Francia, se impuso este miércoles en la meta de Saint Lary Soulan, ascendiendo de la octava a la quinta plaza en la general. El otro gran ganador de esta etapa reina fue el galés Geraint Thomas, que entró en tercera posición, a 47 segundos de Quintana, y consolidó su maillot amarillo.
En segunda posición había entrado el irlandés Daniel Martin, a 28 segundos, en una jornada en el que el gran derrotado fue Chris Froome, compañero de Thomas, que entró octavo en la meta, a 1 minuto y 35 segundos de Quintana, y perdió una plaza en la general, pasando a la tercera posición.
El holandés Tom Dumoulin, que estaba a 11 segundos de Froome, cuatro veces ganador del Tour, sacó 43 segundos al británico, y es ahora segundo, a 1:59 de Thomas. Froome queda tercero de la general, a 2:31, delante del esloveno Primoz Roglic (a 2:47) y de Quintana, quinto a 3:31, en espera de la última etapa pirenaica, el viernes, y de la contrarreloj individual, el sábado, la gran baza de Dumoulin.
Quintana atacó al inicio del ascenso del último de los tres puertos en esta condensada etapa de montaña, de apenas 65 km. Movistar, el equipo de Nairo, lo había intentado, con una táctica agresiva, primero con Alejandro Valverde, que se lanzó en un grupo de una veintena de escapados, en busca del estonio Tanel Kangert (Astana), que se había fugado en el primer kilómetro, y aguantó hasta el inicio de la subida al Col du Portet, último puerto. Nairo había tenido un susto al inicio de la etapa, cuando tuvo que cambiar dos veces su rueda delantera en el ascenso de los tres puertos de la jornada, el puerto de Peyragudes, de primera categoría.
Pero con la ayuda de Andrey Amador e Imanol Erviti, pudo conectar con el grupo de favoritos, dejando pasar el segundo puerto de la jornada, el Col de Val Louron Azet, para esperar a atacar en el puerto final.
AFP