El regreso de Neymar, que regresó a los terrenos de juego tras tres meses ausente por lesión, devolvió la sonrisa a la selección brasileña, que se impuso este domingo por 2-0 a Croacia, en un amistoso que evidenció lo mucho que cambia el conjunto de Tite con o sin la presencia de "Ney".
De hecho, podría hablarse de dos selecciones radicalmente opuestas: el grisáceo equipo que sin Neymar fue incapaz de tirar ente los tres palos en toda la primera mitad; y el más ilusionante del segundo período con el delantero del París Saint Germain ya sobre el campo. Y es que Brasil, lastrado por el pausado ritmo de juego al que condena a la "canarinha" la presencia de Paulinho, Casemiro y Fernandinho en la medular, no fue capaz de inquietar al portero croata Danijel Subasic en todo el primer tiempo, pero con la entrada de Neymar se mostró como un equipo más incisivo.
Una mejoría que no sólo de debió al buen hacer de Neymar, que pese a revolucionar el ataque brasileño demostró que aún está falto de ritmo de juego, sino porque la inclusión del jugador del París Saint Germin permitió al barcelonista Philippe Coutinho retrasar su posición para tomar el mando del juego. Con Coutinho en la medular, en sustitución del rocoso Fernandinho, la selección de Brasil ganó en velocidad e imaginación, el caldo de cultivo que Neymar necesita para explotar sus extraordinarias condiciones. Así de un pase en profundidad de Coutinho llegó a los 69 minutos el 1-0 para Brasil, obra de Neymar, que tras recoger el balón en el área encaró a dos rivales para batir con un potente remate ante el que nada pudo hacer Subasic.
Un gol que demostró que las opciones de triunfo de Brasil en el próximo Mundial de Rusia, pasan por la sociedad que conforman Neymar y Coutinho, sin duda alguna, los dos jugadores más talentosos del plantel de Tite. Pareja a la que se quiere unir el delantero del Liverpool Roberto Firmino, que estableció el definitivo 2-0 en el tiempo de prolongación, al resolver con calidad en el área un centro del jugador del Real Madrid Casemiro.
EFE