NUEVA YORK. Hay un motivo por el que el miembro del Salón de la Fama Mike Smith tiene mucha demanda cuando propietarios y entrenadores eligen a sus jinetes para élite de las carreras con pura sangre. Smith, de 52 años, sabe qué hacer a lomos de un caballo: cuándo moverlo, cuándo frenarlo, cuándo dejar que el animal se salga con la suya sobre la pista o cuándo emplear el látigo. El jinete lo ha visto todo y sabe cómo manejar la presión.
El sábado, por ejemplo, antes de ayudar a Justify a dar el último paso para convertirse en el 13er ganador de la Triple Corona, tomó una siesta. El jinete lo ha visto todo y sabe cómo manejar la presión. El sábado, por ejemplo, antes de ayudar a Justify a dar el último paso para convertirse en el 13er ganador de la Triple Corona, tomó una siesta. El mundo lo seguía por televisión e internet y 90.327 aficionados atestaron Belmont Park para animar al potro castaño que captó la atención del hipismo mundial al ganar el Derby de Kentucky y Preakness.
La presión era elevada y “Big Money Mike” reaccionó como un veterano y durmió durante la larga tarjeta de 13 carreras. La táctica funcionó a la perfección y Smith añadió otro éxito a su ilustre carrera, guiando a Justify a una victoria por casi dos cuerpos de ventaja en la prueba de 1,5 millas. “Me sentí muy bien, y esto probablemente no hubiera ocurrido hace 10 o 20 años”, dijo Smith. “Probablemente habría estado dándome contra una pared o algo”. Al barrer en las tres grandes pruebas para caballos de tres años, Smith se convierte en el jinete de mayor edad en ganar la Triple Corona.
AP