El error de J.R. Smith, un cambio controvertido en la decisión de los árbitros y un tiro libre crucial errado provocaron a los Cavaliers de Cleveland una derrota psicológicamente abrumadora en el primer partido de la final de la NBA en el que estuvieron a punto de vencer al campeón defensor Warriors de Golden State.
Como consuelo, la NBA determinó el viernes que los pivotes de Cleveland, Tristan Thompson y Kevin Love, no serán suspendidos para el segundo partido, el domingo, por su participación en un altercado al final del primero. El incidente comenzó en los segundos finales de la derrota de Cleveland por 124-114 el jueves por la noche, cuando Thompson fue sancionado por una falta flagrante de Thompson contra Shaun Livingston.
Thompson, expulsado, arrojó el balón a la carta de Draymond Green antes de salir. La NBA sancionó a Thompson con una multa de 25.000 dólares por no abandonar el juego oportunamente y por su interacción con Green, pero redujo la gravedad de la falta. Love abandonó la banca para protestar la sanción y estaba en la cancha cuando comenzó el altercado.
Pero la liga determinó que no merecía la suspensión porque regresó inmediatamente a la banca. Todos tratan de desentrañar exactamente qué sucedió en el último minuto de tiempo reglamentario del primer partido. Comenzó con un triple de LeBron James que puso en ventaja a Cleveland 104-102 faltando 50 segundos.
James aparentemente cometió una carga contra Kevin Durant. Pero los árbitros pidieron la repetición para ver si James estaba en el área restringida, lo cual convertiría la falta en una obstrucción. Resultó que James estaba fuera del área restringida, pero los árbitros pudieron revisar si estaba en posición legal de base y decretaron una obstrucción porque giró el cuerpo y avanzó sobre Durant. El partido se descarriló definitivamente cuando George Hill sufrió una falta restando 4,6 segundos y los Cavs perdían por un punto. Acertó el primer tiro libre para el empate, pero erró el segundo.
Smith atrapó el rebote ofensivo, pero en lugar de pasarlo a James, que estaba libre, recorrió la mitad de la cancha y lanzó un pase, y se acabó. El entrenador Tyronne Lue confía en una revancha el domingo por la noche. “Esa última jugada ya pasó, ha quedado atrás, es hora de mirar hacia adelante”, dijo.
AP