El conjunto de Bruno Labbadia, que hace apenas dos años disputó los cuartos de final de la Liga de Campeones con el Real Madrid, volvió a imponer su mayor pegada ante un Holstein Kiel incapaz de transformar su dominio territorial en claras ocasiones de gol. Todo lo contrario que el Wolfsburgo, que no desaprovechó una de las pocas oportunidades de las que dispuso en la segunda mitad para firmar a los 75 minutos el definitivo 0-1 por medio del central Robin Knoche.
Un marcador que el Holstein Kiel tuvo la oportunidad de maquillar a falta de cinco minutos para el final con un gol del defensa Rafael Czichos, que el colegiado anuló al comprobar, tras consultar a la imágenes de video, que el jugador local había marcado con el brazo. No fue la única ocasión en la que el colegiado Daniel Siebert tuvo que recurrir al videoarbitraje (VAR), ya que en la primera mitad anuló un gol al jugador del Wolfsburgo Yunus Malli por fuera de juego del belga Divock Origi.
EFE