Dwyane Wade, del Heat (3), habla con el arbitro en el juego ante los Pistons este sabado en el America Airlines Arena. MATIAS J. OCNER
Tener a Dwyane Wade de regreso al Heat es de por sí un gran éxito deportivo, pero sobre todo es un éxito social. Por muchas razones Wade es un ser especial y una de las personas más queridas de la comunidad de Miami, por gestos como el de este sábado en el American Airlines Arena.
Al terminar el juego contra los Pistons, el jugador se reunió con los padres del joven venezolano Joaquín Oliver, una de las 17 victimas de la escuela secundaria Stoneman Douglas, en Parkland, Florida, para regalarle algo muy importante. Wade le entregó a Manuel y Patricia Oliver la nueva camiseta con su nombre y número, la misma con la que hubiesen querido enterrar a su hijo hace una semana, pero que no habían tenido tiempo de comprar.
“Es un momento difícil para las familias de Parkland y agradezco que ellos vinieran al juego y tener la oportunidad de darles nuestro reconocimiento”, comentó Wade. “También le deje saber que usaremos nuestras voces a favor de su causa”.
POR PEDRO GONZALEZ elnuevoherald.com