Aparecieron en silencio, sin anuncios ni fuegos de artificio, pero quedarán para siempre. Las placas en homenaje a José Fernández y Felo Ramírez ya pueden verse en una columna de la Plaza Oeste del Parque de los Marlins. De 1.5 pies de ancho y 2.5 de alto, la placa de Fernández lleva su número 16 con un lazo luctuoso y las fechas de su nacimiento y muerte; en la de Ramírez destaca un micrófono radial en el centro e igualmente los años en que nació y murió.
Las placas reemplazan la fina lámina de goma de color naranja con el número 16 de Fernández que se mantuvo abrazando la columna durante 18 meses y convirtió en santuario improvisado cuando miles de aficionados colocaron allí sus firmas y frases de aliento y cariño. No se pierda ninguna historia local. Inscribase para obtener acceso digital ilimitado a nuestro sitio web, aplicaciones moviles y el periodico digital.
A diferencia de esa lámina retirada el miércoles en la noche, las placas sobrevivirán mejor al impacto de los elementos en un sitio muy expuesto como la plaza y ya pueden ser apreciadas desde este viernes en la mañana. Maritza, la madre de José, visitó el parque el miércoles donde fue recibida por Jeter para recoger algunas pertenencias de su hijo -Novato del Año en el 2013 y dos veces estelar- que se encontraban en su vestidor, además de ver la placa en su homenaje.
Un día antes del comienzo de los entrenamientos de primavera, el director ejecutivo y dueño minoritario de la franquicia, Derek Jeter, había confirmado que se honraría la memoria de Fernández y que estaba consciente de lo que el joven lanzador, fallecido en un accidente marítimo el 25 de septiembre del 2016, significaba para la comunidad.
"Los Marlins han sido afortunados de tener individuos muy talentosos dentro de la organización durante muchos años'', apuntó Jeter a El Nuevo Herald. "José en el terreno y Felo en la cabina de transmisión, ambos dejaron un legado perdurable. Queremos recordarlos con placas en la Plaza Oeste para nuestros aficionados y miembros de la familia del club. Sus historias vivirán en nuestros corazones y en nuestra comunidad''.
Cuando pereció, junto con otros dos jóvenes, Fernández era reconocido como uno de los mejores talentos de pitcheo en las Grandes Ligas y, a no dudarlo, la cara más visible de los peces por su talento y carisma innegables. u muerte inesperada y cruel en la Bahía de Miami, descabezó el proyecto de futuro del equipo y abocó a la ciudad a días de luto intenso y homenajes espontáneos como el de las miles de firmas y frases de amor en la columna de la Plaza Oeste.
En el caso de Ramírez, miembro del Salón de la Fama del Béisbol, se trata de otra manera más de preservar su legado, después de que una calle aledaña al estadio fuera bautizada con su nombre. Fallecido el 21 de agosto del 2017, Felo llenó los oídos de varias generaciones de cubanos y latinos con su singular manera de narrar, con una carrera que comenzó en la década del 40 del siglo pasado y lo llevara a terrenos de diversas partes del mundo.
El inolvidable de Bayamo narró 32 Series Mundiales y 40 Series del Caribe, además de los primeros cinco juegos sin hit ni carrera de los peces. Desde el primer día de existencia de los Marlins, la voz de Ramírez describió cada jugada del equipo, incluidos los triunfos en las Series Mundiales de 1997 y el 2003, y estableció con Fernández una relación especial llena de cariño y complicidad que todavía muchos recuerdan. "Es como si hubiera perdido un hijo, alguien muy cercano a mí'', recordó Ramírez por aquellos días oscuros.
"El siempre me buscaba para comentarme algo o bromear conmigo. A pesar de nuestras edades y vidas diferentes, siempre estuvimos muy cercanos''. Ahora la proximidad de ambas placas será un recordatorio no solo de lo mucho que se les quiso en Miami y en otras partes del mundo, sino de lo cercanos que siempre estuvieron los dos.
POR JORGE EBRO elnuevoherald.com