El ataque de un loro o de un guacamayo de grandes dimensiones obligó a suspender durante un cuarto de hora el encuentro de fútbol de categoría cadete que disputaban el pasado sábado, en Ibiza, los equipos del Santa Gertrudis y el Sant Jordi.
Según ha explicado este viernes en Cope el presidente del Santa Gertrudis, Miguel Ángel Parejas, el árbitro, Erik Moreno, se vio obligado a interrumpir temporalmente el encuentro porque el ave exótica, «un loro o un guacamayo que tenía unos 80 centímetros de largo, y un pico y unas garras afiladas», no dejaba de sobrevolar el terreno de juego y varios jugadores se pusieron muy nerviosos.
Según indicó el colegiado en el acta, la suspensión obedeció «a la intervención en varios momentos del partido de un loro de gran tamaño creando peligrosidad en uno de los ataques». Al parecer, el loro, que se le escapó hace días a su propietaria y al que el Seprona no ha podido capturar aún, provocó recientemente otro susto al atacar a dos jugadores del Santa Gertrudis que montaban en bicicleta. «Hay un chico de nuestro equipo que cuando oye la palabra loro se pone blanco. Le tiene temor verdadero», ha explicado Parejas, que ha bromeado sobre estos incidentes. «Lo vamos a hacer la mascota oficial del club porque cuando se suspendió el partido íbamos perdiendo 0-3», ha afirmado.
ABC