No podía faltar en la fiesta mundialista ese personaje que intentará adivinar la suerte de las 32 selecciones en el evento y para esta ocasión, Aquiles, un gato sordo, fue el elegido. El felino, que reside en el museo del Hermitage de San Petesburgo, ya había sido colocado a prueba en la pasada Copa Confederaciones y logró la distinción de ser el oráculo del Mundial. Para ello ya tiene listo sus papeles que le acreditan como hincha (FAN ID) del magno evento, como confirmó María Jaltunen, encargada de los gatos de la pinacoteca: “La decisión ya está tomada, los documentos correspondientes firmados”.
Varios han calificado que debido a no tener la capacidad de escuchar, posee mayores habilidades intuitivas que le permitirían escoger a los combinados. Para realizar los pronósticos le colocarán bols de comida identificado con las banderas de los países que vayan a enfrentarse en el torneo.
Aquiles, que había engordado un kilo en sus vacaciones, ya bajo su peso en 100 gramos y quedó en cuatro kilos y medio, le toca la tarea de seguir la tradición en la que pasó nada más ni menos que el Pulpo Paul, que acertó en la mayoría de sus predicciones en la Eurocopa 2008 y el Mundial de Sudáfrica 2010. ¿Podrá Aquiles superar el legado de Paul? Usted lo verá cuando en tres meses empiece a rodar el balón en Rusia.
Pablo A. Rondón M.. MERIDIANO