SAN LUIS — Con sus complejos primaverales uno al lado del otro y un estadio compartido en Florida, los Cardenales y los Marlins tienen una particular familiaridad, algo que siempre se ha prestado para que cada organización esté al tanto de las promesas que está desarrollando la otra en sus fincas. Y fue gracias a esa ventaja que el presidente del departamento de béisbol de los Cardenales, John Mozeliak, se encontró hace mucho tiempo intrigado por lo que vio de aquel muchacho que habían firmado los Marlins en la República Dominicana. Mucho tiempo antes de que Marcell Ozuna se convirtiese en un jugador convocado al Juego de Estrellas, o una amenaza en el medio de la alienación, ya había llamado la atención y despertado la curiosidad de un ejecutivo que lo estaba viendo desde el otro lado del complejo.
"Cada vez que lo veía me decía a mí mismo, 'Este muchacho podría ser buenísimo'", recordó Mozeliak. "¿Qué tienen los grandes peloteros que no tienen los otros? Que cuando hacen algo, hacen que se vea fácil. Siempre ha tenido un bate rápido y le ha pegado a la pelota con fuerza. Y siempre me pregunté por qué no rendía más. Y bueno, el año pasado claramente lo hizo". Lo que Mozeliak vio una vez como potencial será ahora clave para el éxito de los Cardenales en el 2018. De todos los jugadores, batallas por puestos en el roster y ascensos a los que habrá que seguir con atención las próximas semanas, posiblemente el más llamativo será Ozuna.
El quisqueyano regresará a un complejo primaveral familiar, pero con uniforme nuevo y expectativas con las que nunca ha tenido que lidiar. Si los Marlins lo veían como una pieza de su plan de reconstrucción, los Cardenales esperan que Ozuna se convierta en una piedra angular de la lucha por la postemporada. "Estoy feliz de jugar para ellos", dijo Ozuna. "Ahora voy a estar jugando por un objetivo, por un equipo bueno que podría meterse en la postemporada.
Este equipo pelea todos los años por los playoffs. Me gusta eso". Durante los entrenamientos primaverales, los Cardenales no sólo podrán darle una primera mirada a lo que es capaz de aportar Ozuna, sino que también trabajarán para completar el equipo a su alrededor. Se espera que Ozuna sea el guardabosque izquierdo titular, siempre y cuando el equipo esté satisfecho con lo que vean de Tommy Pham y Dexter Fowler en los otros dos puestos de los jardines.
También está el asunto del orden al bate. Pareciese que Ozuna será colocado de cuarto bate, el mismo lugar que ocupó la temporada pasada en los Marlins. Pero dependiendo de las opciones que tendrían con Fowler, Pham y Matt Carpenter, los Cardenajes no se han comprometido a nada. Los entrenamientos servirán para experimentar. También serán la primera prueba para saber si lo que hizo Ozuna en el 2017 es repetible.
Al ceder cuatro peloteros por el dominicano – incluidos tres de sus mejores 15 prospectos los Cardenales dejaron claro que creen que la producción de Ozuna no fue casualidad.
Después de batear .265/.314/.427 con .741 de OPS en sus primeras cuatro temporadas como ligamayorista, Ozuna llevó las cosas a otro nivel en el 2017. Pegó 37 jonrones y empujó 124 carreras al tiempo que bateó .312/.376/.548 con .924 de OPS. Completó eso con el Bate de Plata y el Guante de Oro. Es el tipo de revelación que Mozeliak llevaba años anticipando.
Por Jenifer Langosch MLB.com