Yordenis Ugás sabía de la necesidad de una actuación como la suya. El welter ofreció una clínica de boxeo y un derroche de corazón para situarse en línea directa hacia un choque contra Errol Spence Jr. y, de paso, levantar el ánimo de los seguidores del boxeo cubano. Con un dominio del ring y el elemento poder de su favor, Ugás (21-3, 10 KO) se impuso por nocaut en el séptimo asalto a Ray Robinson (24-3, 12 KO) en el casino Mandalay Bay de Las Vegas para colocarse en el tope del ranking de la Federación Internacional (FIB), que ahora debe ordenar el combate contra el campeón Spence Jr.
"Hey, campeón Errol Spence Jr., mis respetos para ti'', escribió Ugás en Facebook. "Estoy listo para ir a Dallas a luchar duro por ese cinturón. Me lo gané. Vamos a hacerlo. Gracias a todos por sus oraciones y buenos deseos''. Desde el inicio del combate quedó claro que Ugás llevaría la batuta con una persecución total de Robinson, a quien le propinó un conteo en el primer asalto, como preludio de lo que sucedería en el séptimo. Robinson trató de mantenerse con vida, apelando a sus habilidades boxísticas, pero Ugás hizo uso repetido de su arma favorita: el gancho de izquierda, para ir minando a su oponente, hasta que llegó el segundo viaje a la lona del estadounidense en el séptimo asalto.
A pesar de sus esfuerzos por continuar en la acción, Ugás probó tener bien claro el instinto asesino y aceleró las andanadas de golpes para impedir cualquier tipo de recuperación en Robinson y forzar la intervención del árbitro Robert Byrd. Esta espectacular faena de Ugás confirma que el segundo capítulo en su carrera -tras perder dos años fuera del ring- va bien en serio y que Spence Jr., con todo el favoritismo a cuestas, no puede tomar al cubano a la ligera.
Queda esperar ahora que la FIB, que presume de ser el organismo más serio de los cuatro existentes, cumpla con sus propias directrices y ordene de manera obligatoria el encuentro entre el campeón y el retador cubano. "Yo estoy dispuesto a todo con tal de medirme a Spence Jr.'', agregó Ugás. "Sé que no voy de favorito, que todo el peso de esa palabra va para él, pero voy a batirme y a morirme en el ring, contra él y contra quien sea''. Será un espectáculo digno de ver.
Alexander vs. Ortiz, una decisión controversial
Una vez más, los cuestionables jueces de la Comisión Atlética de Texas se robaron los titulares cuando ofrecieron una decisión de empate mayoritario que no satisfizo a nadie, mucho menos a los boxeadores Devon Alexander (27-4-1, 14 KO) y Víctor Ortiz (32-6-3, 25 KO). En nuestra opinión, Alexander llevó la mejor parte de la acción y colocó los mejores golpes, pero un juez vio ganar a Ortiz 115-113 y los otros dos trabaron el empate con boletas de 114-114, que de cierta manera alargan la vida útil de ambos encima de los cuadriláteros. Sin duda Alexander ganó la primera mitad del choque, mientras que Ortiz lograba momentos fructíferos en la segunda, aunque no de forma sostenida como para explicar la inexplicable votación.
García vs. Ríos, lo mejor al final
Lo sorprendente no fue que Danny García (35-1, 21 KO) noqueara a Brandon Ríos (34-4-1, 25 KO), en el noveno round, sino que éste último se mantuviera en pie y de manera competitiva hasta tan entrada la pelea. El choque se mantuvo algo cerrado hasta el sexto asalto, cuando García comenzó a presionar más y preparó el escenario para ese nocaut demoledor que, ahora sí, pondrá a considerar a Ríos sobre el retiro. Lo más interesante de este combate vino al final, cuando Shawn Porter, otro de los grandes en la división, entró al ring para retar a García y tuvo que ser aguantado por su padre en medio de la batalla verbal. Esta pelea viene. De que viene, viene.
POR JORGE EBRO elnuevoherald