BARCELONA.- El Barça hizo pagar la novatada al Girona en el Camp Nou al que derrotó por 6-1, en un partido en el que la ambición de los de Pablo Machín les permitió adelantarse a los tres minutos de juego, pero también a encajar cuatro tantos en los primeros 45 minutos y seis al final. Después del estresante partido europeo en Stamford Bridge, en el que apenas dispuso de ocasiones, jugar con las facilidades que le dio hoy el Girona fue una bendición para el Barça que aprovechó la circunstancia para darse un baño de confianza.
Puso en juego Valverde a Coutinho y Dembélé con Messi y Suárez, reservó a Iniesta y a Sergi Roberto, pero se encontró con un ambicioso Girona, que salió a por todas. Cuando en la víspera Pablo Machín advirtió que su equipo iba a salir sin ninguna reserva y a jugarle "de tú a tú" al Barça en el Camp Nou, porque sus jugadores se lo merecían, seguramente muchos no le creyeron. En los primeros tres minutos, se demostró que el soriano iba en serio. Salió el Girona con las líneas muy avanzadas, con el hondureño 'Choco' Lozano jugando al espacio y Portu sembrando dudas a los centrales barcelonistas.
En la primera jugada de ataque del Girona, Lozano se fue en velocidad y en un balón dividido entre Umtiti y Portu, el delantero rojiblanco fue el más listo, se adelantó y batió a Ter Stegen (0-1, min.3). Con ese tanto, Portu se convierte en el único jugador del actual campeonato que ha conseguido marcar a los cuatro primeros de la tabla: Barça, Real Madrid, Atlético de Madrid y Valencia. El Girona, a diferencia de otros equipos, que hubieran decidido plegar velas, poner el autobús o colgarse del travesaño, siguió con su plan y ese fue su error, porque con espacios, el Barça le mató en las transiciones, faceta en la que estuvo especialmente lúcido Leo Messi, que anotó dos goles y una asistencia en el primer tiempo.
El partido se equilibró rápidamente, cuando el argentino asistió a Luis Suárez y el uruguayo batió a Bono en el minuto 5 para equilibrar el partido.
Los gerundenses destilaban buenas sensaciones, su fútbol convencía, Portu era un incordio delante, Borja García y Granell eran muy creativos y el único pero se encontraba en la defensa. Antes del 2-1, Bernardo salvó bajo palos un disparo en vaselina de Messi a pase de Suárez (min.19) y a la media hora, el argentino regaló una jugada de videojuego al Camp Nou para retratar a Juanpe, Bernardo y Ramalho y marcar el segundo.
El Girona lo intentaba y el Barça se sentía muy cómodo. Messi estaba liberado y había muchos espacios en las bandas, más por la derecha, donde estaba Coutinho, que por la izquierda, donde Dembélé, no acababa las jugadas que intentaba. Antes del descanso, Messi regaló otras dos acciones más de mérito.
El argentino marcó de falta (3-1, min. 36) y por debajo de la barrera, en un recurso que el Camp Nou ya había visto en el pasado a Ronaldinho o a Rivaldo; y fue el iniciador de la jugada del 4-1, en la que jugó con Coutinho y éste asistió a Luis Suárez que solo tuvo que empujar el balón (4-1, min.44). Pese a que todo estaba decidido, en el segundo tiempo el partido no bajó sus pulsaciones. El objetivo de la delantera era el lucimiento de Dembélé y tanto Suárez como Messi buscaron al francés en continuas acciones.
No marcó el exjugador del Dortmund, pero sí estrenó su casillero de goles Phil Coutinho, un gol muchas veces repetido en la Premier, un recorte desde la izquierda y un balón al palo largo que superó a Bono en el 66. Antes del final, Dembélé sirvió el 6-1 para que Luis Suárez marcará su tercer tanto, su vigésimo en el campeonato, y Vermaelen remató al travesaño en el 82. El Barça, en una semana con nueve puntos, ha sumado los primeros tres y aspira a llegar al duelo ante el Atlético de Madrid en la mejor disposición, aunque antes tendrá que viajar el jueves a Las Palmas.
EFE