Raro, muy raro, es ver a Jon Rahm (-9) fuera del corte (como profesional sólo ha fallado tres en el PGA Tour). Afortunadamente, casi tan raro es no tenerlo el viernes, una vez liquidada la segunda vuelta, metido dentro de la pelea por todo lo bueno que haya que pelear esa semana, ahí arriba en la tabla, amenaza latente para el resto de candidatos. En el AT&T Pebble Beach, más de lo mismo: segunda vuelta de 67 golpes, esta vez en Pebble Beach y libre de bogeys, y ahí anda instalado en el top ten, a tres golpes de los líderes, a ver qué cae…
El Número 1 del mundo, por desgracia, no parece que vaya a caer. Para que se diera la buena nueva tenía que ganar Jon el torneo, lo que sin duda todavía puede ocurrir, y que Dustin Johnson (-12) no entrara en el top-45, lo que ahora mismo parece mucho más complicado, teniendo en cuenta que DJ es colíder, junto a Beau Hossler, después de firmar un 64 en Monterey Peninsula, que curiosamente es el campo donde peores resultados suele cosechar el de Carolina en esta cita… Torres más altas ha derribado el golf, pero no da la sensación de que esta semana sea la del relevo en el trono.
Jon ha comenzado hoy algo desafinado desde el tee, aunque enseguida ajustaba la puntería y comenzaban a sucederse las oportunidades. Sin embargo, en esta vuelta suya inmaculada, con cinco birdies, no embocaba ni uno solo desde más allá de los dos metros y medio. Moraleja: todavía tiene en esta parcela dos vueltas más de tuerca, aunque en honor a la verdad también hay que anotar lo fino que ha estado el español ante varios putts cortos para salvar pares, tan delicados como suelen ser en este campo de greenes pequeños y puñeteros.
La jornada de Rafa Cabrera Bello (-5), también en Pebble Beach, marchaba por la senda de la épica, con un parcial excelso de cinco menos en diez hoyos, pero el canario iba a atragantarse del modo más inesperado en aquel momento.
Rafa había enchufado por ese tramo muy buenos putts, de entre cuatro y siete metros de distancia, comenzando por el del hoyo 2, para convertir un eagle sabroso y tempranero. Sin embargo, en los hoyos 11, 12 y 13 encadenaba tres bogeys, y dos de ellos venían como consecuencia de sendos tripateos desde distancias muy similares, entre cuatro y seis metros. Pues eso: greenes puñeteros que te ganan la espalda al menor descuido. Buen 69 final de notable alto, en cualquier caso.
Jason Day (-9) y Phil Mickelson (-9) quieren ser también protagonistas durante el fin de semana. El australiano no deja de confirmar que está de regreso al más alto nivel. Otro gallo en un gallinero abarrotado. Rory McIlroy (-1), sin embargo, se desactivaba después de alcanzar en Monterey el green de un par 4 corto desde el tee y marcharse con un doble bogey tras tirar cinco putts. Y Jordan Spieth (-5) aún parece a tiempo de subirse al último tren, igual que Rafa, aunque ambos van con el tiempo y el margen justos. Consulte aquí los resultados en directo
David Durán ten golf
