TIGER WOODS
SAN DIEGO, USA. Tiger Woods estuvo impreciso toda la tarde, pero se las arregló para una anotación de 70 golpes, dos bajo par, para mantenerse a mitad de tabla rumbo a la última ronda del Farmers Insurance Open. Woods recurrió a una serie de putts y su acierto desde corta distancia al rescatar una decorosa anotación el sábado. Describió como “horripilante” su tercera ronda en Torrey Pines, pero se declaró orgulloso con la tarjeta.
La jornada le sirvió para exigir su espalda al costarle alcanzar los fairways: apenas tres en los últimos dos días. Su acumulado es de 213 golpes, a ocho del liderato. Woods disputa un torneo de la gira de la PGA por apenas segunda vez desde 2015. Se operó dos veces la espalda en el otoño de ese año, reapareció en 2017 y acabó sometiéndose a una cirugía de fusión de vértebras en abril. “No sé si estoy poniendo las cosas en orden, pero ha sido muy complicado”, dijo Woods.
“No acerté nada todo el día. Realmente he sufrido en el campo tratando de conseguir algo que se acerca a un swing de golf”. ¿Y si hubiera conseguido más los fairways? “Estaría en los 60. No creo que estaría en la pelea ahora mismo, pero estaría en los 60”.
El sueco Alex Noren empleó dos putts para el birdie en el último hoyo, cerrando con una tarjeta de 69, que le dejó al frente del torneo con un golpe de diferencia.
Noren cuenta con nueve victorias en el circuito europeo y es el número 19 del ranking mundial. Esta es la primera vez que lidera un torneo de la gira PGA luego de 54 hoyos. Aventaja por un golpe a Ryan Palmer, quien sufrió tras adelantarse por dos golpes en la punta al embocar un putt para el eagle desde 45 pies en el 15to hoyo de par 5. El español Jon Rahm, el campeón vigente del torneo que necesita llevarse el título para quedar como el número uno del ranking, terminó con un double bogey en el último hoyo para un 75 y se rezagó cuatro golpes. El argentino Emiliano Grillo firmó un 67 el sábado y también está a cuatro golpes del líder.
AP