BARCELONA (Jordi Blanco, ESPN – El Espanyol despertó de sopetón. Se acabó el sueño en Cornellá con la visita de un Sevilla que le tumbó sin ninguna clase de discusión, que fue superior en juego y oportunidades y que no dejó ninguna clase de excusa para que los blanquiazules pudieran hilvanar ni un tímido argumento después de un 0-3 que dibujó la realidad de lo visto en el terreno de juego.
Sin conocer la derrota en los 4 últimos partidos, en los que sumó 3 victorias con esa tan especial en el derbi frente al Barcelona, el equipo de Quique Sánchez Flores intuyó estar en el mejor momento del curso y preparado para enfrentar a un Sevilla que viniendo de ganar en el Metropolitano, no estaba disfrutando con Montella precisamente de una gran tranquilidad…. Pero el optimismo del Espanyol duró apenas 15 minutos, el tiempo que tardó Franco Vázquez en recoger un rechace de Diego López (que le quitó por sorpresa la titularidad a Pau en la meta local) y rematar sin oposición posible a la red.
Quien pudiera pensar que el 0-1 provocaría la rebelión periquita se equivocó absolutamente. Dormido, lento y sin profundidad, el Espanyol se mantenía mínimamente en pie grcias al trabajo incansable de Gerard Moreno, que rozó un par de ocasiones ante la meta de Sergio Rico.
Pero al descanso ya se llegó con 0-2 tras la diana de Sarabia, asistido por Muriel y que hundió todas las esperanzas locales de sacar adelante un partido ya muy cuesta arriba. La segunda mitad no fue más que la confirmación del triunfo del Sevilla, primero en la Liga bajo el mando de Montella y que acaba con cinco jornadas sin conocer la victoria de un equipo muy necesitado de conquistar autoestima, más aún después de la derrota en el Pizjuán frente al Betis en un derbi de difícil explicación.
El Sevilla recuperó el pulso en el momento oportuno, cuando la necesidad apremiaba y la figura de su nuevo entrenador empezaba a estar puesta en cuestión, por más que ganase en el Metropolitano en la Copa. Y lo hizo de forma contundente, cerrando el éxito con el 0-3 que consiguió Muriel en el minuto 89, dejando atrás a cualquier rival y destrozando a un Diego López que no pudo ni sospechar que su debut liguero se cerraría de una manera tan dramática. Al Espanyol se le apagó la sonrisa de golpe… Y el Sevilla vuelve a mirar el futuro con optimismo.