ATLANTA — Si de dinastías deportivas se trata, el entrenador Nick Saban y su Universidad de Alabama saben de lo que se trata. Saban intentará este lunes por la noche darle a su escuela el quinto campeonato nacional del futbol americano colegial estadounidense, cuando se enfrente a la Universidad de Georgia. Y aunque quizá para muchos el simple número cinco represente poca cosa, ya acostumbrados a ver a Alabama compitiendo por títulos, sólo habrá que mencionar que lo intentarán hacer en un espacio de nueve temporadas, algo casi imposible en el futbol americano colegial. En especial, si se considera la rotación de jugadores a la que obliga el máximo de cuatro años de elegibilidad estudiantil.
"Estoy muy complacido con lo que este equipo ha podido cumplir", dijo Saban. "Cada año es un reto diferente con un equipo diferente. Los muchachos han dado el paso al frente y han jugado a un muy alto nivel. Ellos mismos se crearon la oportunidad de competir por un campeonato nacional".
Para valorar el trabajo de Saban con Alabama, habrá que mencionar que la menor cantidad de temporadas requeridas para que alguna otra universidad consiguiera cinco campeonatos fue de 16, de la misma Alabama entre 1964 y 1979. El siguiente fue de la Universidad del Sur de California que necesitó de 17 campañas. "Siempre busco el siguiente reto", comentó Saban. "Y en el negocio competitivo en el que estamos, siempre hay otro reto, siempre hay un mejor equipo para enfrentar. Y el único secreto es jugar y desempeñarse con consistencia. Odio perder y por eso me tengo que asegurar de todos estemos listos para el siguiente reto".
Aunque Alabama es el habitual favorito, en esta ocasión en su tercer juego de campeonato consecutivo, el entrenador Saban sabe que será igual o más complicado que cuando en enero pasado perdieron ante Clemson, la misma escuela a la que eliminaron apenas hace una semana en semifinales de los actuales playoffs colegiales. "Será muy complicado, ellos son un equipo sobresaliente", reconoció Saban. "Ellos están aquí por méritos propios.
Llegaron a los playoffs como los terceros clasificados y vencieron la semana anterior a Oklahoma, que era el segundo sembrado. Tienen un gran equipo en todos los aspectos, ofensiva, defensiva y equipos especiales".
Pero Alabama sabe ganar los partidos importantes en los más complicados escenarios. En esta ocasión buscan convertirse en apenas el tercer equipo desde que se instauró la Serie de Tazones de Campeonato (BCS) en 1998 que se corona sin haber ganado su conferencia (SEC).
Jugarán en el Mercedes Benz Stadium de Atlanta, un estadio neutral. Cada vez que el Crimson Tide ha jugado en estadios en los que no son oficialmente locales ni visitantes tienen marca de 12-1 bajo las órdenes de Saban. "Alabama no es invencible", dijo el entrenador en jefe de la Universidad de Georgia, Kirby Smart.
"Cierto qué hay que encontrar maneras para derrotarlos y jugar casi perfecto. Nosotros estamos preparados y listos para competir, sin tratar de inventar el futbol, sólo el que nos trajo hasta acá". Smart es uno de los alumnos más avanzados de Saban. Después de ser su asistente durante 11 temporadas con los Miami Dolphins y las universidades de Louisiana State y Alabama, sólo tardó dos años en poner a Georgia al borde de su primer campeonato en 36 anos, de hecho, sería apenas el segundo de su historia.
Mucho de su éxito se basa en el ataque terrestre de sus corredores Nick Chubb y Sony Michel, quienes en cuatro temporadas sumaron más yardas que ninguna otra pareja de corredores en la historia.
Alabama apenas permitió 91.8 yardas por carrera promedio por juego esta temporada. Georgia corrió el balón en 68 por ciento de sus jugadas ofensivas; con Saban como entrenador, Alabama sólo ha enfrentado a un equipo que tuvo un porcentaje similar de carreras, Auburn y los venció en el 2013, después de finalizar la campaña con 70 por ciento de sus jugadas por tierra. "Me siento honrado y privilegiado de competir contra una gran universidad que ha sido histórica en el futbol americano colegial durante las últimas 10 o 12 temporadas", dijo Smart.
"Se que mis experiencias trabajando con (los entrenadores) Mal Moore, Bill Battle y el propio Saban forjaron tremendamente mi carrera. Pero sé qué tenemos para competir y que venimos aquí para tratar de ganar un campeonato, aunque muchos den por garantizado que ellos (Alabama) siempre gana".
Por Carlos A. Nava | ESPN
