Lucas Matthyse (38-4 con 35 KOs) y Jorge Linares (43-3 con 27 KOs) encabezan el programa de peleas de este sábado en el Forum de Inglewood California.
El venezolano defenderá su cetro AMB del peso Ligero frente al filipino Mercito Gesta (31-1-2 con 17 KOs) y el argentino – en la pelea estelar – buscará vencer al invicto tailandés Tewa Kiram (38-0 con 28 KOs) , para agenciarse el vacante cinturón del peso Welter regular del mismo organismo.
Para los dos (Matthysse y Linares) estas batallas peuden ser consideradas "bisagras", combates a los que van como favoritos y deberían ganarlos con autoridad, ya que después de las mismas les aguardan desafíos importantes y con buenas bolsas. Sin embargo, se engaña quien piense que Kiram y Gesta serán rivales a modo. Ambos son peligrosos, especialmente por todo lo que se desconoce a la hora de imaginar su desempeño, por más que cada uno tenga un récord que inspira respeto.
¿HAMBRE O HARTAZGO?, LA GRAN INCOGNITA DE MATTHYSSE
En la teoría de lo obvio, por experiencia, rivales y calidad boxística, el argentino es superior al tailandés. Eso establece su favoritismo. Sin embargo, esta pelea plantea muchas dudas, tanto del lado del apuntado como favorito y por el imaginado desempeño del desafiante. Matthysse ha pasado por un verdadero vía crucis de frustraciones en su carrera, que lo han tenido al borde del abandono y donde – pese a sus grandes victorias – las derrotas llegaron en momentos cruciales.
Para interrumpir su ascenso en momentos que mejor se veía. Hoy, con 35 años, este parece ser el inicio de su última oportunidad. Necesita vencer, pero ¿tiene aún el hambre suficiente? Luego de sus últimos reveses, más de una vez mostró cansancio, hartazgo, y en boxeo esa palabra precede al adiós. La motivación en este deporte es un motor que, no solo debe estar siempre funcionando, debe ser alimentado de manera permanente.
Tenemos dudas razonables en ese aspecto sobre Matthysse, dudas que deberán ser clarificadas con su trabajo ante Kiram. Y esa es otra incógnita, ¿qué trae el tailandés? Sabemos que nunca peleó fuera de Tailandia y no tiene en su lista de vencidos a grandes figuras. No obstante, cuando se trata de rivales asiáticos todo eso es secundario. Los japoneses llegan al primer nivel con menos de diez peleas y en el ring demuestran siempre que nadie les regaló la oportunidad. Kiram parece afiliado a esa tesis, está invicto en casi cuarenta peleas, su porcentaje de KOs es de temer y por sobre todas las cosas: es un welter natural.
Es un boxeador grande, de buena extensión, agresivo, de pocos o nulos movimientos laterales, pero que siempre va hacia adelante, pone presión y golpea duro cuando encuentra la distancia. Utiliza con mucho acierto el jab y sorprende a veces con el doble jab, antes de soltar la derecha larga. Se cierra bien en defensa y tiene buenos reflejos para esquivar golpes. Es alto, de buen alcance y ante Matthysse no dudamos que sera el que proponga e imponga el ritmo de la pelea.
El argentino, deberá trabajarlo desde laterales, retroceder para desbalancearlo y sorprenderlo en velocidad entrando a dejar combinaciones de dos o tres golpes. Imaginamos que deberá utilizar las mismas herramientas de su pelea contra Ruslan Provodnikov. Deberá recurrir siempre a su mejor velocidad y volumen de golpeo, pero evitando siempre el intercambio abierto.
Especialmente, tendrá que cuidarse de la derecha en gancho en los contragolpes de Kiram. Si el argentino sube enfocado y hace prevalecer su velocidad junto a la experiencia, no hay dudas de su victoria. No obstante, el tema mental de su lado es un misterio, como también lo es del lado de Kiram. Si no le pesa el escenario y la importancia de esta pelea, el combate se podría ir para cualquier lado. Basta conectarlo un par de veces a Matthysse con sus golpes de poder y lo previsible cambia de rumbo. Ya vimos lo que le ocurrió cuando se vio lastimado ante Viktor Postol.
DURA PRUEBA PARA JORGE LINARES
Jorge Linares parece estar en el mejor momento de su carrera. Fuerte, determinado y con una madurez intelectual desde lo boxístico que repercute positivamente en cada actuación en el ring. En una palabra, esa madurez que demuestra el venezolano le permite superar cualquier contingencia y frente a cualquier rival. Algo que varios oponentes británicos de primer nivel lo han comprobado en el tiempo reciente. Esta vez no enfrenta a un británico, se las verá con un filipino.
Duro y complicado. Mercito Gesta tiene experiencia, tiene variación en su boxeo, tiene un entrenador de primer nivel (Freddie Roach) y por sobre todas las cosas tiene hambre de lograr cosas grandes en el boxeo. Esta puede ser esa oportunidad anhelada y seguramente subirá al cuadrilátero dispuesto a aprovecharla. Su boxeo permite esperar que lo consiga si se lo propone. Gesta es zurdo, es rápido, camina muy bien el ring, no rehúye el intercambio en corto y soporta castigo.
En una palabra es un guerrero, incómodo y persistente en ofensiva. Por momentos, su boxeo se asemeja mucho al del filipino más famoso: Manny Pacquiao, especialmente cuando le da secuencia a su golpeo sin dejar de moverse sobre piernas. Este sábado, en el Forum de Inglewood, veremos entre ambos una pelea muy entretenida, de muchos golpes por asalto y donde la efectividad en el acierto podría ser la clave que determine el desenlace del combate.
De acuerdo a sus estilos no habrá esta vez un púgil que determine el ritmo del combate, ambos van a alternarse en ofensiva. Por momentos veremos gesta poniendo presión y soltando mucha metralla, mientras Linares sale por piernas y contragolpea desde laterales o momentos en los cuales será el venezolano el que imponga su estilo, entrando en velocidad y dando mucha secuencia a su golpeo en espacios breves.
No hay diferencias en extensión de brazo, por lo cual necesariamente ambos deberán arriesgar a la hora de entrar al territorio enemigo. O sea, la resistencia al castigo es una clave importante en esta pelea. También lo es el choque de guardias opuestas: ortodoxo Linares, zurdo Gesta.
De la misma, el mayor perjudicado podría ser el venezolano si tarda en ajustar ante un hombre que golpea tan duro como el filipino. Será una pelea de pronóstico reservado. Linares sube como favorito y debería terminar con el brazo en alto, no obstante el alto volumen de golpeo, el exceso de intercambios y la seguridad de que muchos golpes de poder llegarán a destino en este combate, permiten presumir que la misma difícilmente llegue a la distancia. El KO rondará en cada asalto y ese factor le otorga mayor expectativa a una pelea de por sí sumamente atractiva en lo previo.
Por Bernardo Pilatti | ESPN
