JACKSONVILLE, FLORIDA, EE.UU. Blake Bortles jamás había protagonizado un partido así. Ni en las distintas categorías colegiales ni en algún traspatio con familiares o amigos. Con pases y acarreos, armó una sola serie ofensiva decente en todo el día, y los Jaguars de Jacksonville se basaron en una férrea defensiva para superar el domingo 10-3 a los Bills de Buffalo en la ronda de wild card de los playoffs en la Conferencia Americana.
Jacksonville, que no avanzaba a la postemporada desde enero de 2008, sacó la mejor parte de un encuentro deslucido y por momentos incluso insoportable. Bortles se convirtió en apenas el segundo quarterback titular en los últimos 25 años que ha ganado un partido de postemporada con más yardas por tierra (88) que por aire (87). Michael Vick lo hizo con Atlanta ante los Rams de San Luis en los playoffs de 2004.
“Eso no suele ser lo ideal para un quarterback”, reconoció Bortles. Pero bastó para que los Jaguars (11-6) avanzaran a la fase divisional, donde se medirán a los Steelers en Pittsburgh la próxima semana. Mientras tanto, los Bills (9-8) se dirigen a casa después de poner fin a la sequía más larga de playoffs que estaba vigente en todos los deportes profesionales de Norteamérica.
“Teníamos metas más altas”, confesó el linebacker Preston Brown. “Una vez que habíamos llegado al baile no queríamos que nos sacaran a la primera. No queríamos que esto fuera como un tazón (colegial), en el que viajáramos a la Florida y todos se relejaran. Queríamos seguir adelante. Duele de verdad perder así, cuando los limitamos a 10 puntos. Simplemente no encontramos la forma de dejarlos en cero para ganar el partido”. Bortles fue una de las razones principales por las que Jacksonville ganó el partido. Pero fue también uno de los mayores motivos por los que el triunfo fue tan apretado.
El encuentro estuvo muy lejos de ser una exhibición aérea. Fue más parecido a un doloroso ejercicio para sobreponerse ante los pésimos pases. Bortles pareció desconectado durante la mayor parte del día, errando pases cortos y largos, pero lo contrarrestó con las yardas terrestres en su cuenta personal. Se abrió paso en un largo acarreo de primera y diez en el cuarto periodo, tras soltar el centro, recoger el ovoide y eludir a dos rivales para ganar 18 yardas.
Furioso, un asistente de los Bills arrojó su libreta al piso, mientras Bortles sonreía. “No estuvimos afinados. Hicimos algunas malas jugadas e incluso algunas estupideces”, dijo Bortles.
“Pero encontramos la manera de ganar y eso es lo importante”. Completó 12 de 23 pases, con un touchdown. Su pase de anotación al tight end suplente Ben Koyack al cierre del tercer periodo fue su mejor lance del juego. También fue una arriesgada decisión en cuarta y gol desde la yarda uno. Los Bills terminaron con 263 yardas, 119 de ellas aportadas por un renqueante running back LeSean McCoy, con problemas de tobillo. Los Jaguars terminaron con una miserable cifra de 230 yardas. Leonard Fournette realizó 21 acarreos para 57 yardas.
AP