Fue una noche dedicada a la tradición del Giro de Italia, en la que el color rosa iluminó los monumentos de la próxima carrera desde Israel, donde se abrirá la competición el 4 de mayo, hasta la capital italiana, donde el 27 del mismo mes se coronará el campeón. Será la primera vez que una grande vuelta empezará fuera de los confines europeos y Jerusalén, sede de la primera etapa, lo celebró iluminando de rosa el Puente Atirantado, obra del arquitecto español Santiago Calatrava.
La salida en Jeresualén será además la más meridional de la historia del Giro de Italia y abrirá un programa de tres etapas en línea que pasarán por Israel. Tras tocar las ciudades de Tel Aviv y Be'er Sheva, el color rosa llegó anoche a la isla italiana Sicilia, donde iluminó los monumentos icónicos de Catania, Agrigento y Caltanissetta (sur), antes de recorrer la península hacia el centro y el norte. Entre las demás ciudades, el color símbolo del Giro llegó a Asís, la localidad de Gualdo Tadino (centro), Ferrara, Trento, Bardonecchia (norte), hasta la romana Plaza del Popolo, en el centro de la capital italiana.
EFE
