El fiscal general de Michigan, Bill Schuette, criticó a la universidad Michigan State por permitir que Larry Nassar abusara sexualmente de niñas y mujeres durante años, y también le dejó un recado a la junta rectora de esa institución. No necesito consejos de la junta”, dijo Schuette el sábado en una conferencia de prensa.
“Francamente, son los últimos que deberían estar dando consejos debido a su conducta”. La fiscalía investiga cómo la universidad manejó las acusaciones de abuso sexual contra el médico. Schuette dijo que Williams Forsyth, un fiscal retirado con más de 40 años de experiencia, trabajará a tiempo completo en la pesquisa independiente. Forsyth dirigirá un grupo que incluye investigadores de la fiscalía del estado y de la policía estatal. Lo que metió a Michigan State en aprietos es la sensación de que ocultaron información”, dijo Forsyth.
“Quizás porque pensaron que los haría lucir mejor, pero no puedes hacer eso”. Nassar fue sentenciado esta semana a un mínimo de 40 años de cárcel por abusar sexualmente de mujeres jóvenes, muchas de ellas deportistas en Michigan State. Cada vez hay más presión por saber si funcionarios de la universidad estaban al tanto de su conducta y cómo reaccionaron ante las acusaciones de sus abusos. La presidenta de Michigan State, Lou Anna Simon, renunció pocas horas después de la sentencia de Nassar el miércoles, y el director deportivo de la universidad, Mark Hollis, dejó el cargo el viernes.
Los diarios Lansing State Journal y The Detroit News reportaron el viernes que Michigan State no compartió con una paciente todas las conclusiones de una investigación de 2014 sobre las acusaciones de ella contra Nassasr por abuso sexual.
La paciente, Amanda Thomashow, recibió una versión abreviada del informe, que concluyó que la conducta de Nassar no era de naturaleza sexual, y que por lo tanto no violaba la política de la universidad sobre acoso sexual. La universidad no suministró a Thomashow el resto de sus hallazgos, entre ellos que Nassar no explicó los procedimientos “invasivos y sensitivos” que realizó, y que al no recibir consentimiento de los pacientes “exponía a los pacientes a traumas innecesarios basados en la posibilidad de que (el tratamiento) fuese percibido como conducta sexual inapropiada”.
Además de su trabajo en Michigan State, Nassar se desempeñó como médico de USA Gymnastics, y varias gimnastas olímpicas de Estados Unidos lo denunciaron por abuso sexual. Toda la junta de directores de la federación de gimnasia renunció por presión del Comité Olímpico Estadunidense.
AP