LANSING, Estados Unidos. El exmédico estadounidense Lawrence “Larry” Nassar fue sentenciado este miércoles y enfrenta una pena de entre 40 y 175 años de cárcel por abusos sexuales contra decenas de gimnastas a lo largo de por lo menos tres décadas. “Acabo de firmar su sentencia de muerte (…) Usted no tiene el derecho de volver a caminar fuera de una prisión”, le dijo la jueza Rosemarie Aquilina. En la visión de la jueza, “usted aún no entiende que es un peligro”.
Aquilina dijo estar convencida del poder de rehabilitación, “pero no veo que eso sea posible con usted”. Al leer la sentencia, la jueza Aquilina añadió también que “en el caso de que algún día usted vuelva a estar en libertad -algo de lo que dudo mucho-, deberá registrarse como agresor sexual”.
Poco antes, Nassar pidió disculpas por “el dolor, trauma y destrucción emocional” de sus víctimas. “No hay palabras para describir la profundidad y la amplitud de cuánto lamento lo que ha ocurrido”, expresó el exmédico, quien trató de dirigirse a algunas de las atletas denunciantes en la sala pero recibió un llamado de atención de la jueza. Nassar, de 54 años, estuvo durante casi tres décadas vinculado al equipo de la Federación Estadounidense de Gimnasia, donde atendió como médico a las principales estrellas del equipo, incluidas varias campeonas mundiales y multimedallistas olímpicas.
Talentos de la talla de Simone Biles, Aly Raisman, Alexis Moore, McKayla Maroney y Gaby Douglas, entre otras, denunciaron los abusos sexuales que sufrieron durante años por parte de Nassar. En diciembre del año pasado, Nassar ya había sido condenado a 60 años de prisión por posesión de pornografía infantil.
El escándalo a raíz de la prisión y las denuncias contra Nassar motivaron la renuncia el lunes de varios directivos de la propia Federación Estadounidense de Gimnasia y le costó el cargo a su presidente Steve Penny en noviembre. La renuncia de varios funcionarios se tornó inevitable después de que la estelar Raisman se preguntó cómo fue posible que Nassar pudiera abusar de atletas durante décadas sin que la Federación hiciera nada por evitarlo.
AFP