DETROIT – Durante el invierno, las redes sociales se llenan de imágenes de jugadores poniéndose en forma para la temporada. En ese sentido, el cubano Leonys Martín, nuevo integrante de los Tigres de Detroit, no es la excepción.
Este invierno, Martín tiene una motivación extra y por eso dice mucho verlo en un video de Instagram donde, debido al gran esfuerzo, pierde un zapato durante un entrenamiento empujando pesas. Martín pasó de ser jardinero central regular con los Marineros en el 2016 a jugar en Triple-A Tacoma el verano pasado, y después a jugar de la banca con los Cachorros en la recta final de la temporada. Pudo disputar por primera vez la postemporada con Chicago en octubre, aunque solamente como corredor emergente y reemplazo defensivo.
"El año pasado fue muy, muy duro para mí", dijo hace poco Martín. "Por eso me he dedicado a ponerme en forma". Martín quiere más, y a pesar de que cumplirá 30 años en marzo, cree que todavía tiene mucho que ofrecer.
En ese sentido, es un ejemplo de ese pelotero en búsqueda de un segundo aíre que los Tigres han estado tratando de conseguir — jugadores que podrían ser subvalorados porque vienen de años decepcionantes pero que también tienen un año extra de contrato bajo control del equipo en caso de que se recuperen. Martín, como el nuevo lanzador de los Tigres Mike Fiers, firmó un pacto de un año pero todavía está a dos temporadas de la agencia libre. Una buena temporada le daría a los Tigres un buen retorno por su inversión – el pacto de Martín en el 2018 es por US$1.75 millones más incentivos, y sería elegible al arbitraje el próximo invierno- o una pieza para un cambio que los Tigres podrían usar para conseguir más prospectos. Para Martín, el repunte tiene que venir en la caja de bateo.
Durante buena parte de su carrera ha sido catalogado como un muy buen jardinero central, aseveración que corroboran las métricas defensivas. "Encaja bien porque necesitamos un bateador zurdo en los jardines. Lo más importante, sin embargo, es que es un defensor fantástico", dijo el gerente general Al Avila.
"Nuestros reportes muestran que podría ser de mucha ayuda defensivamente en nuestro estadio, así que eso fue un factor importante".
Su bateo, sin embargo, es otra historia. Después de finalizar con promedio de .247, 15 jonrones y 47 carreras empujadas por los Marineros en el 2016, pasar el año entre Seattle y Tacoma y después ir a la banca en Chicago le cobró factura a la ofensiva. Bateó para .172 (22 hits en 128 turnos) con tres jonrones, nueve empujadas y siete bases robadas. Mientras más pueda embasarse Martín, más podrá usar su velocidad para ayudar a elaborar carreras. Pero su promedio de embasarse de .300 está sólo 53 puntos por encima de su promedio de bateo. "Voy a cambiar algunas cosas", dijo Martín. "Voy a tratar de estar listo desde el Día 1 en los Entrenamientos Primaverales. Quiero retarme a mí mismo este año.
El año pasado fue muy malo, muy duro para mí. Este juego tiene muchos altos y bajos. Es un deporte muy difícil". "Quiero mejorar a la ofensiva. Estoy tratando de hacerme más disciplinado a la hora de batear, hacerle swing a strikes y no a pitcheos malos". Ahí es donde los Tigres ven potencial. "Yo esperaría que juegue lo suficiente", dijo Avila. "Esperaría que se recupere y que sea un mejor bateador que el año pasado. Y espero que juegue una gran defensiva". Considerando lo amplios que son los jardines del Comerica Park, Martín espera con ansias la oportunidad de demostrar su talento defensivo.
"Es un estadio un poco distinto a los otros", dijo Martín. "Pero he jugado ahí varios años como visitante, y siempre me gustó porque puedes correr para hacer buenas jugadas. Será divertido. Me gusta correr en el outfield. Me gusta cubrir mucho terreno. Voy a disfrutarlo y a dar lo mejor de mí". Este artículo no estuvo sujeto a la aprobación de Major League Baseball ni sus equipos.
Por Jason Beck MLB.com