MADRID.- El Real Madrid derrotó este domingo sin demasiados problemas al Eibar (3-0) en el encuentro correspondiente a la novena jornada de La Liga Santander, evitando un nuevo pinchazo en el Santiago Bernabéu tras un encuentro solvente pero sin demasiado brillo, encarrilado en la primera media hora de juego. Después de otro nuevo tropiezo en su estadio, el pasado martes en la Liga de Campeones ante el Tottenham inglés, el conjunto blanco estaba obligado a no volver a fallar para seguir a cinco puntos del FC Barcelona. No le hizo falta un gran partido para hacerlo y sumar su segunda victoria liguera seguida ante su afición.
A la media hora, el actual campeón ya había encarrilado el encuentro ante un rival que intentó plantar cara, pero al que le faltó más poderío ofensivo para tratar de asustar a los madridistas donde Kiko Casilla tampoco tuvo excesivo trabajo para dejar la portería a cero. Zinedine Zidane siguió apostando por las rotaciones y dio descanso a Marcelo, Kroos y Benzema, dando entrada a Ceballos y Theo para intentar volver a la senda de la victoria en casa, donde volvió a jugar a medio gas y no sufrir en exceso ante un Eibar que sigue sin gol ni mordiente y que además lo dejó en el banquillo (Enrich y Kike García) para meter a Charles y a Inui.
Los de Zidane dieron el primer aviso en el minuto dos, con una gran jugada de Asensio que dejaba a Isco, que estrelló su disparo contra el portero. Tras unos primeros minutos sin demasiado ritmo, el balear volvía a ser protagonista, colgando un balón desde la izquierda que Paulo Oliveira en la pugna con Sergio Ramos introducía en su propia portería en el minuto 18 para abrir el marcador y calmar a la afición local.
La acumulación de jugadores creativos en el mediocentro resintió el balance defensivo del Madrid en esa parcela del terreno de juego, y después del gol inicial, el Eibar llegó con cierta facilidad a la meta defendida por Kiko Casilla, aunque sin ningún acierto. Sin embargo, una gran jugada combinativa iniciada por Modric terminaba con un centro raso de Isco desde la izquierda que Asensio, de nuevo dejando buenos destellos, remataba al primer toque para poner el 2-0. Desde ese momento, el conjunto blanco se hizo con el control total del partido.
Sin ningún atisbo de reacción por parte de los de Mendilibar, el conjunto merengue bajó el ritmo de juego en la segunda mitad, dejando combinar a un Eibar sin apenas mordiente y saliendo rápido a la contra tras recuperar el esférico. El equipo de Zidane encontraba con suma facilidad la espalda de los centrales, pero primero Isco y luego Cristiano, que sigue sin encontrar el gol liguero en el Santiago Bernabéu, se estrellaron con el guardameta del equipo eibarrés.
A menos de diez minutos del final, Marcelo ponía el definitivo 3-0 finalizando con un tiro cruzado una jugada de tiralíneas por parte de los blancos y con Benzema demostrando sus cualidades más allá de meter o no goles, faceta que se le volvió a resistir. Con esta victoria, el Real Madrid se mantiene en la tercera posición de la tabla, a un punto del Valencia y a cinco del Barcelona, líder en solitario, mientras que el conjunto guipuzcoano no se aleja de la zona peligrosa.
DPA