El británico Mo Farah que esperaba retirarse de las pistas de atletismo con un doblete, no lo pudo conseguir. En el inicio del Mundial de Londres se alzó con la presea dorada en los 10.000 metros, sin embargo falló en 5.000 en la búsqueda de metal dorado en una carrera trepidante, en la cual el etíope Muktar Edris (13:32.79) se llevó el oro, dejando con mal sabor el adiós de uno de los más grandes fondistas de todos los tiempos. La plata fue para el británico (13:33.22) y el bronce para el estadounidense Paul Kipkemoi (13:33.30).
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