El oro de Bowie le dio a Estados Unidos el primer doblete masculino y femenino de los 100 metros en campeonatos mundiales y Juegos Olímpicos desde 2005, un día después de que Justin Gatlin ganara el hectómetro entre los hombres. El doblete les permitió a los estadounidenses achicar la diferencia con los sprinters caribeños, que pueden jactarse de haberse impuesto 33-10 sobre los norteamericanos en los 100m, los 200m y los 4×100 en los cincos Mundiales y tres Juegos Olímpicos disputados entre 2007 y 2016.
Al imperio que construyó Usain Bolt, protagonista de 19 de esos triunfos hasta la derrota del sábado ante Gatlin, se le sumaron una serie de infortunios y caídas de bastones en varias de las postas estadounidenses, que contribuyeron a ese contundente número. Pero ahora la situación amenaza con ser muy diferente.
Bolt ya anunció su retiro para después de Londres y en la rama femenina el panorama luce complicado a corto plazo. La campeona olímpica Elaine Thompson vivió una pesadilla en la final con un pobre quinto lugar, mientras que la ex campeona mundial y doble campeona olímpica Shelly-Ann Fraser-Pryce está embarazada de su primer hijo.
"Para los fanáticos la 'capital del sprint' mundial, el resultado es una píldora amarga de tragar, un duro despertar de lo que podría convertirse en la continua ausencia en la definiciones", afirmó hoy el periódico "Jamaica Gleaner". Bowie, de 26 años, completó con su victoria el ascenso que venía amenazando, después del bronce que logró en los Mundiales de 2015 y la plata que ganó en los Juegos Olímpicos. Siempre dijo que creía en sus habilidades, pero Thompson era la favorito en la previa de la carrera y llegaba como líder de la temporada.
"Apuesto a que soy la única persona en el mundo que pensaba que podría venir aquí y ganar los 100 metros esta noche", destacó la estadounidense minutos después de colgarse el oro, todavía dolorida por la caída que sufrió un par de metros después de cruzar la meta. Pese a las lastimaduras y las marcas que le quedaron por su aterrizaje forzoso sobre el tartán, Bowie insistió en que también estará lista para los 200 metros, en busca del primer doblete en el sprint para una mujer estadounidense en unos Mundiales.
"Tengo algunos cortes pero estaré lista para los 200. No tengo miedo de lo que está por venir", afirmó con confianza. Con el retiro de Bolt, los varones están ante un escenario desconocido. Está claro que Gatlin no va a ser el ganador más popular en unos 100 metros por las dos sanciones que tuvo por doping en el pasado y por ser el "villano" que derrotó al "Rayo", ídolo absoluto de los londinenses. Sin embargo, el velocista de 35 años puede presumir de haber sido protagonista en los últimos dos dobletes mundialistas estadounidenses de los 100 metros: aquí en Londres junto con Bowie y en Helsinki 2005, cuando él y Lauryn Williams celebraron el oro conjunto por última vez.
En el ocaso de su carrera, Gatlin por fin se pudo sacar de encima el estigma que significaba Bolt, que lo postergó en cinco finales de grandes torneos en el pasado y que ya no estará en carril contiguo en las próximas competencias. Sin embargo, no será sencillo que pueda consolidarse como rey de la velocidad, porque un joven compatriota irrumplió con fuerza y parece ser el futuro de la disciplina: a sus 22 años, Christian Coleman ya logró su primera plata mundialista y mostró que no se intimida frente a las leyendas como Bolt, al que venció en la semifinal y en la final.
Su presencia provocó la broma de Gatlin, que lo puso como referencia ante el retiro de su gran rival: "Crees que el dolor de cabeza se ha ido, pero ahora tienes a un Christian Coleman". El joven puede ser una mala noticia para Gatlin, pero no para el futuro del sprint estadounidense, que amenaza con cortar definitivamente el dominio jamaicano.
DPA