BARCELONA. El Barcelona está muy preocupado de que Neymar tenga un pie en el Paris Saint-Germain. El delantero brasileño debe estar en un entrenamiento el miércoles en España, pero nadie parece saber a ciencia cierta si aceptará la transferencia más cara de la historia para marcharse a Francia o si se sumará a sus compañeros. Por si acaso, el Barsa realiza gestiones para salvaguardar los 26 millones de euros (30,7 millones de dólares) que tendrían que pagarle si permanece en España, dijo un dirigente del club.
El dirigente, que habló bajo la condición de permanecer en el anonimato por no estar autorizado a divulgar información al respecto, dijo que el equipo “ha depositado 26 millones de euros de una prima con una notaría ante las dudas sobre el futuro del jugador y a la espera que se resuelva la situación”. “Lo que el club hará con el dinero, no lo sabe aún, ante la incertidumbre del futuro”, dijo el dirigente a The Associated Press. El futbolista de 25 años tendría que recibir el dinero de inmediato, según los términos de la renovación de contrato que firmó el año pasado.
Pero esa cifra palidece comparada con los 222 millones de dólares (262 millones de dólares) que PSG tendría que pagar para activar la cláusula de rescisión del contrato del goleador. Neymar tiene programado llegar el martes a Barcelona después de realizar algunos eventos publicitarios en China, tanto para su marca personal como para el club español. Tiene previsto presentarse a la sede de entrenamientos del Barsa el miércoles. Cada vez hay más rumores de que Neymar, quien ha jugado cuatro temporadas con el Barsa, está a punto de irse al PSG.
Para avivar las conjeturar, Neymar supuestamente se reuniría con doctores en Catar para un examen médico. PSG es propiedad de una compañía catarí. Sin embargo, el dirigente del Barsa afirmó que “el club no tiene ninguna constancia de un examen médico del jugador con PSG”. El padre de Neymar, del mismo nombre y quien es el representante del futbolista, llegó a Barcelona el lunes. Fue rodeado por periodistas en el aeropuerto, pero no dio pistas sobre el futuro de su hijo. Neymar tampoco habló sobre su futuro mientras jugó con el Barsa en una gira de pretemporada en Estados Unidos, y antes de irse a Shanghai para sus compromisos promocionales. El brasileño firmó el año pasado una extensión de contrato con el Barsa hasta 2021, y la cláusula de rescisión aumentará a 250 millones de euros (288 millones de dólares) en 2018.
La prima que el Barsa intenta proteger es de ese nuevo contrato. Si el PSG finalmente ficha a Neymar, el costo de la transferencia sería más del doble que el récord actual de 105 millones de euros (entonces 116 millones de dólares) que Manchester United pagó hace un año a la Juventus por Paul Pogba. PSG comienza su temporada el sábado, y el Barsa el 13 de agosto. El president del Barsa, Josep Bartomeu, dijo la semana pasada a la AP que Neymar “no está en el mercado”, y afirmó que es prácticamente imposible que un club pague una cláusula de rescisión de semejante magnitud sin violar las reglas del fair play financiero de la UEFA.
AP