Por: Carlos J. Párraga, @C_Parraga
Redactor exclusivo themagazinesport.com
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El Balón de Oro se ha convertido desde su creación en 1956, en el premio con el que todo futbolista sueña, la longevidad del mismo sumado al prestigió que le da ser entregado por la revista France Football, le proporciona al galardón una ventaja notoria en comparación con otros trofeos individuales.
A pesar de esto, desde su inicio y hasta la globalización del premio en 1995, este galardón era entregado solo a futbolistas europeos, que jugasen en ligas europeas, perjudicando directamente a dos reconocidos sudamericanos que marcaron historia en el fútbol mundial y que en la actualidad siguen siendo reconocidos como los mejores jugadores de todos los tiempos, creando un sinfín de discusiones y opiniones al respecto, hablamos del brasileño Edson Arantes do Nascimento, mejor conocido como Pelé y del argentino Diego Armando Maradona.
Pelé, el único jugador que ha ganado tres mundiales de fútbol, tuvo su erupción precisamente en el Mundial Suecia 1958, cuando con tan solo 17 años fue la gran figura de su país que se proclamó campeona del mundo por primera vez. Ese año, seguramente Pelé hubiese ganado su primer Balón de Oro en detrimento del francés Raymond Kopa que resultó vencedor, gesta repetida en México 1970, donde “O Rey” terminaba con su trayectoria internacional obteniendo un nuevo campeonato del mundo, siendo él la estrella del mismo, ese año el galardón fue a parar a manos del alemán Gerd Muller goleador del mundial.
Maradona, otro grande sin Balón de Oro.
El caso de Maradona es distinto, “El Pelusa” si jugó en Europa teniendo en el Napoli italiano sus mejores años deportivos, el primer Balón de Oro para Diego hubiese llegado en 1986, cuando brilló con luz propia, para llevar a Argentina a ganar la Copa del Mundo México 86, con una actuación sobresaliente nunca antes vista en este tipo de eventos.
Se dice que de no haber sido por la reglas del premio, Maradona hubiese ganado el único Balón de Oro unánime de la historia, ese año el ganador resulto ser el ruso Igor Belanov. En 1987 Maradona logró lo impensado, llevar al Napoli al título de la Serie “A” de Italia, Diego seguía en la cima del mundo.
Su próxima consagración en el premio hubiese tardado hasta 1990, cuando volvió a salir campeón de liga con su club y llegaría a una nueva Final de la Copa del Mundo Italia 90, donde esta vez caería en la final 1-0 ante Alemania. En total el crack argentino sin reglas se hubiese impuesto fácilmente en tres ediciones del premio 1986, 1987 y 1990.