Mike Schmidt, inquilino de Cooperstown, manifestó que los Filis de Filadelfia no pueden ser estructurados con el pelotero venezolano Odubel Herrera de Capitán. La razón principal es que Herrera no domina el inglés. Esta observación de Mike me hizo recordar, guardando la distancia, un incidente con el pitcher cubano Adolfo Luque.
En un juego de entrenamiento en 1924, los Cardenales de San Luis le habían dado el chance al prospecto Stan Smith.
El novato era arrogante, y pensaba que entre la élite igual podría desforrar la esférica. De hecho, las primeras veces al bate le dieron razón para el engreimiento, pues le pegó 3 hits al abridor del choque contra los Rojos.
El mánager John Hendricks envió al montículo en rol de relevo al cubano Adolfo Luque. Y mientras éste conversaba brevemente con su receptor, a Smith le llamó la atención el acento del pitcher. El diálogo no se hizo esperar.
—¿Qué idioma es ese que hablas?
Español.
—¿Y cómo te llamas?
Adolfo Luque. —¿Adolfo qué? Luque, dijo con evidente fastidio el cubano.
—¿Y de dónde eres? De Cuba. —¿Cuba?
¿Dónde rayos queda eso? Al Sur de Brooklyn, respondió Luque indignado.
En ese momento, el árbitro rompió la dilatada charla, y sólo se escuchó una frase mitad amenazante, mitad premonitoria: “Ahora tú vas a saber dónde queda Cuba”. Lo primero fue una recta pegada que Smith dejó pasar. Luego otra recta hacia la otra esquina. “Strike two”, gritó el umpire. Y cuando el confundido novato esperaba quién sabe qué cosa, una curva le dio el tiro de gracia. Anonadado, Smith no se movió. Parecía congelado.
El cátcher Bubbles Hargrave lo sacó del mal momento: “No te acongojes, le dijo. Ese señor ganó 27 juegos con 1.93 de efectividad el año pasado en Grandes Ligas”.
Un día como hoy: En 1921, Babe Ruth, Yanquis, conectó el jonrón 120 de su carrera ante el lanzador de los Indios, Jim Bagby y se convirtió en el líder de jonrones de las Grandes Ligas.
Por BIENVENIDO ROJAS DIARIO LIBRE