SOCHI (Iván Cañada | ESPN) — La historia se volvió a repetir con la Selección Mexicana. Por más intentos que se han hecho hasta ahora, ese pequeño salto sigue a la espera. Ante una Alemania llena de jóvenes talentos, el Tri volvió a sucumbir. Lo hizo desde los primeros minutos, cuando los teutones apenas calentaban motores.
Dos goles de vestidor y un intento de reacción que nunca se concretó, sentenciaron (4-1) al combinado azteca de Copa Confederaciones. Si este equipo ha tenido una particularidad en la Copa Confederaciones es la facilidad para generarse problemas desde el inicio. Parece que es una motivación extra. Ante Portugal, Rusia y Nueva Zelanda los tuvieron. El problema es que ahora enfrente estaba una Alemania que de perdonar sabe poco y de sentenciar se ha especializado toda la vida.
Osorio volvió a experimentar en posiciones. Ahora apostó por Oswaldo Alanís como lateral izquierdo y los teutones encontraron su avenida por esa banda. Por ahí llegaron los dos primeros goles. El equipo mexicano se dio cuenta que el juego ya había comenzado cuando iban perdiendo 2-0 con un par de tantos de Leon Goretzka.
En ambos el Tri estaba mal parado y vulnerable por el costado izquierdo desde donde se originaron las anotaciones que finalmente terminaron en las redes. La peor pesadilla ya se escribía en Sochi, mientras Osorio aplaudía y alentaba desde la banda. Ocho minutos y ya había dos piedras en la canasta. Llegó el minuto 15 y ahora sí comenzó el partido para los verdes, que volvieron a las bases, recordaron lo que tanto han practicado y trataron el balón con delicadeza, con certeza, siempre en busca del marco rival. Incluso llegaron en más de una ocasión, pero Ter Stegen metió las manos o simplemente no se tuvo la puntería. La contundencia, como siempre, marcó esa pequeña gran diferencia.
El Tri tuvo reacción. Esa que no existió hace un año frente a Chile en Santa Clara, pero la goleada de cualquier modo fue inevitable. Fue tanta la apuesta ofensiva, que los germanos aprovecharon los espacios y con el paso del tiempo aumentaron su ventaja. Por más intentos de los verdes, primero llegó el tercero de la ‘Mannschaft', que de equipo ‘B' tiene muy poco.
Lo que impera con los teutones es el sistema y desde luego, la calidad de sus jugadores. Timo Werner puso el tercero en el electrónico para sentenciar la batalla que al menos por intentos, parecía demasiado el castigo para los mexicanos. Ya sobre la hora, cuando no había mucho por hacer, Marco Fabián sacó un bombazo de esos que sabe hacer para vencer al siempre oportuno Ter Stegen. Fue el tanto de la honra. Ya era demasiado tarde.
El gusto de igual modo duró poco porque en menos de dos minutos, Amin Younes volvió a marcar que la diferencia eran tres. Alemania, ese modelo a seguir del que tanto habló Osorio, le dio una lección al Tri que ahora peleará por el tercer puesto frente a Portugal. Ese pequeño paso tendrá que esperar una vez más.