BARCELONA, – La MSN volvió a aparecer para mantener al Barcelona en la pelea por el título, goleando por 4-1 a un atrevido y desafortunado Villarreal, que fue a chocar contra el liderazgo de Messi y la electricidad de Neymar para demostrarse que el campeón se dirige al final de la temporada sostenido, otra vez, por sus cracks. Asistente del 1-0, autor del 2-1 y anotador del 4-1, Messi llevó la capitanía general del equipo azulgrana, apoyado por la brega eléctrica y en ocasiones magnífica de Neymar, quien abrió el marcador, y la aparición solvente de Suárez, que marcó el 3-1 y provocó el penalti con que Leo cerró la tarde.
El Barça se agarra a la utopía, conocedor de la historia y confiado en acabar reeditando un título del que no quiere despegarse así como así… Aunque tenga que llegar al momento final del curso poniendo toda su esperanza en sus tres cracks, cuyo rendimiento apagó cualquier deficiencia colectiva.
Que la hubo. Por encima de todo, eso sí, brilla la luz única de Messi, quien de alguna manera decidió, sin ser protagonista continuado durante los 90 minutos para ser quien decidiera la suerte del partido. Lo hizo, primero, asistiendo a Neymar en el 1-0 y lo repitió en la última jugada de la primera mitad, cuando rozándose el descanso entre la preocupación general por el empate en el marcador, solventó un zambombazo raso que rozando en Mario superó al sorprendido Andrés Fernández. El Villarreal, que había igualado en su segundo remate a puerta gracias a la velocidad de un Bakambú que ganó en la carrera a Piqué, mostró empaque y gusto por el juego de combinación.
Pero cedió a la magnificencia individual. Pudiendo marcar Soldado el 1-2 en un remate de cabeza que se marchó fuera por muy poco, se arrodilló ya después en la segunda mitad. Le dolió ese 2-1 al equipo de Escribá que quiso ir a por el empate, rozó alguna que otra ocasión y cuando más parecía sufrir en defensa el Barça apareció en una contra supersónica Sergi Roberto para asistir al gol, el 3-1, de Suárez que cerraba la cuestión.
MSN, goleadora toda ella al cabo de 12 partidos, condujo ese triunfo que acabó en goleada gracias al penalti de Messi. El Villarreal, amable como pocos en un Camp Nou donde ha perdido ya sus últimas siete visitas, se marchó con la cabeza gacha por el resultado pero sabiendo que fueron los detalles y las iniciales quienes marcaron esa diferencia. La MNS, concretamente. El Barcelona, de momento, sigue soñando.
Por Jordi Blanco / ESPN