ATLANTA — Si alguna vez los Atlanta Falcons soñaron con darle la más grande despedida a su casa, seguro superaron cualquier expectativa. Los Falcons apalearon 44-21 a los Green Bay Packers en el último partido en la historia del Georgia Dome, su hogar desde 1992, para conseguir el boleto al Super Bowl LI. Atlanta se medirá con los New England Patriots, que vencieron a los Pittsburgh Steelers en la Final de la AFC.
El Juego de Campeonato de la NFC ni siquiera fue competitivo. Siempre estuvo de un solo lado, el de los anfitriones, que convirtieron en el Georgia Dome en un salón de fiestas de 71,127 personas para la despedida del inmueble. Matt Ryan destrozó a la defensiva de Green Bay con todo tipo de pases desde el arranque y con golpes esporádicos por carrera. Los Falcons terminaron la primera mitad con 325 yardas totales y con dominio en el tiempo de posesión con 20:02 minutos por 9:58 de los Packers. La ofensiva de Atlanta tuvo éxito en siete de nueve conversiones de tercera oportunidad contra una de cuatro de los Packers.
Para colmo de cualquiera que hubiese creído que el quarterback Aaron Rodgers podría hacer el milagro en la parte complementaria, Ryan aumentó la ventaja de Atlanta a 31-0 en la segunda jugada del tercer cuarto con pase de touchdown a Julio Jones, quien explotó 75 yardas rompiendo tacleadas para enfilarse a la zona final. Rodgers nunca pudo encontrar su ritmo y mucho tuvo que ver la constante presión de la defensiva de Atlanta, que se tradujo en varios golpes al pasador, dos capturas y una intercepción.
Ni siquiera con la ventaja de tener a todos sus receptores en el campo, incluido Jordy Nelson, quien jugó a pesar de que dos semanas antes sufrió una fractura de costillas, Rodgers estuvo cómodo. De cualquier manera, Nelson fue el mejor aliado de Rodgers con seis recepciones para 67 yardas y un touchdown. Además, la mejor serie ofensiva de Green Bay de la primera mitad y en la que encontraron ritmo, se detuvo de manera abrupta por un balón suelto en la yarda 2 de Atlanta del corredor de poder Aaron Ripkowski y que los Falcons recuperaron en su zona final. Los Packers evitaron la blanqueada con 9:19 por jugar en el tercer cuarto, gracias a un pase de touchdown de Rodgers a Devonta Adams, quien también estuvo lastimado toda la semana de un tobillo.
Pero, los Falcons respondieron con un envió de anotación al corredor Devonta Freeman para mantener la distancia en un duelo que dominaron de principio a fin. Al final, Atlanta se coronó en la Conferencia Nacional con 493 yardas totales, 33:39 minutos tiempo de posesión y hasta nocaut con tres jugadores titulares de los Packers lastimados, incluido el safety Mica Hyde. Así, el Georgia Dome fue despedido por “hijos pródigos“ con un campeonato de conferencia, el segundo después de mantenerlos 25 años bajo su techo. El próximo verano, los Falcons estrenarán el Mercedes Benz Stadium, ubicado a un lado del Georgia Dome, y mientras tanto, intentarán ganar su primer campeonato de la NFL en su historia el próximo 5 de febrero en el Super Bowl LI.
Por Carlos A. Nava | ESPN