BERLÍN. LONDRES.- Un 23 de enero de 2017, cuatro décadas después de su inicio, la era de Bernie Ecclestone en la Fórmula 1 llegó a su fin. Sin brillo ni glamour, el "patrón" anunció crudamente su despedida en declaraciones al portal de la revista especializada Auto, Motor und Sport. "Hoy (lunes) fui desplazado. Estoy simplemente afuera. Esto es oficial. Ya no conduzco la empresa", dijo al medio alemán el histórico "patrón" de la Fórmula 1 desde su oficina en Londres. Un par de horas después, Liberty Media, la empresa estadounidense que adquirió la Fórmula 1, confirmó oficialmente sus palabras en un comunicado. Su cargo directivo será ocupado por el estadounidense Chase Carey, un importante ejecutivo de los medios, quien se mantendrá a su vez como presidente de la Fórmula 1.
El británico, de todas formas, será a partir de ahora presidente emérito de la Fórmula 1. "Mi nueva posición es una expresión muy americana. Una especie de presidente de honor. Asumo este título sin saber muy bien lo que significa", señaló el directivo de 86 años a Auto, Motor und Sport.
La posible salida de Ecclestone de la Fórmula 1 había sido adelantada este lunes por diversos medios británicos, que coincidieron en que iba a dejar oficialmente su puesto esta misma semana. Pero el desenlace parece haberse acelerado. "Mis días en la oficina van a ser ahora más tranquilos", señaló Ecclestone a Auto, Motor und Sport. "Tal vez vaya aún a un Gran Premio. Todavía tengo muchos amigos en la Fórmula 1. Y tengo suficiente dinero para pagarme una visita a una carrera", agregó. Carey, un importante ejecutivo de medios que proviene de News Corp y Sky, se mostró a su vez ilusionado por su doble función.
"Estoy entusiasmado de poder asumir este rol adicional de CEO. La Fórmula 1 tiene un enorme potencial", afirmó en el comunicado de Liberty Media. "Me gustaría reconocer y agradecer a Bernie por su liderazgo durante décadas. El deporte es lo que es hoy gracias a él y el talentoso equipo de ejecutivos que lideró. Siempre será parte de la Fórmula 1", añadió. Ecclestone, en tanto, se mostró "orgulloso" por la tarea realizada en las últimas cuatro décadas.
"Estoy orgulloso del negocio que he construido en los últimos 40 años y de todo lo que hemos alcanzado en la Fórmula 1", fue citado Ecclestone por Liberty Media. "Me gustaría agradecer a todos los equipos, patrocinadores y compañías de televisión con las que he trabajado (…) Estoy seguro de que Chase podrá llevar a cabo su trabajo en forma beneficiosa para el deporte", añadió. El grupo estadounidense anunció este lunes que completó la adquisición de la Fórmula 1 después de haber obtenido la semana pasada la aprobación de sus accionistas y de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
La operación para el traspaso de los derechos comenzó el año pasado, cuando Liberty Media, una empresa de medios y entretenimiento creada hace 25 años por el multimillonario John Malone, adquirió la marca por 4.400 millones de dólares, a los que se añadió la asunción de deudas por un valor similar. Liberty desplazó entonces a CVC Capital Partners, que comandaba la Fórmula 1 desde 2005 y había nombrado a Ecclestone como su director ejecutivo.
Los futuros dueños aún no dieron a conocer, al menos públicamente, el nuevo concepto que esperan introducir en la categoría. Pero según medios ingleses, la idea es relevar no sólo a Ecclestone, sino a los principales directivos de la Formula One Management (FOM). Carey está ya confirmado como nuevo presidente de la categoría, mientras que Sean Bratches, un ex directivo de la emisora de televisión ESPN, asumiría la comercialización de la Fórmula 1. Y en la conducción deportiva se está hablando de negociaciones con Ross Brawn, ex jefe de Mercedes y Ferrari.
Ecclestone está ampliamente considerado como el hombre que convirtió la serie automovilística en el negocio multimillonario que es hoy, con ingresos anuales por 2.000 millones de dólares. El británico compró los derechos comerciales a fines de los 70 y con la llegada de CVC pasó a desempeñarse como director ejecutivo.
Sin embargo, su estilo personalista era criticado por anacrónico y el modelo de negocios mostraba algunos signos de agotamiento. Asimismo, se le critica la falta de atención a nuevas ventanas de comercialización, como pueden ser las redes sociales, así como sus alianzas con líderes señalados internacionalmente por la falta de respeto a los derechos humanos. Se espera que Carey busque relanzar las estrategias digitales de la Fórmula 1, así como profundizar el negocio en Estados Unidos y frenar la progresiva retirada de Europa. Y Ecclestone, ahora, deberá mirarlo desde afuera.
DPA