MOSCÚ — El presidente ruso Vladimir Putin prometió a la FIFA que un estadio en San Petersburgo, cuyas obras de construcción se encuentran atrasadas, estará listo a tiempo para ser sede de la Copa Confederaciones y el Mundial.
El estadio de 69,000 localidades en San Petersburgo ha tenido problemas repetidamente, incluyendo la muerte de trabajadores, aumentos en el costo y cuestiones técnicas. La cancha se tambalea debido a la mala instalación de un mecanismo que permite que el terreno entre y salga del estadio. "Es una historia muy lamentable", dijo Putin al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, el viernes en una reunión en el Kremlin.
"Los trabajadores de construcción prometieron corregir todo para finales de este año". El diálogo entre Putin e Infantino se dio un día antes del sorteo de la Copa Confederaciones, que se realizará el próximo año. La final de ese torneo está programada para llevarse a cabo en San Petersburgo el 2 de julio.
El estadio también será sede de un partido de semifinales del Mundial de 2018. La construcción del estadio en San Petersburgo ha tomado cerca de una década, en medio de tantos escándalos que el primer ministro Dmitry Medvedev lo llamó algo "vergonzoso" en 2012. La semana pasada, un ex vicegobernador de San Petersburgo fue arrestado bajo sospecha de malversar 777,000 dólares (50 millones de rublos) de un contrato para las pantallas del estadio, si bien el gobierno de la ciudad afirma que hasta 10 millones de dólares más siguen perdidos.
AP