MADRID — Cristiano Ronaldo renueva y desaparece. Antes de concentrarse con la selección de Portugal para la jornada internacional, el jugador firmará este lunes la ampliación de su contrato con el Real Madrid hasta verano de 2021, según confirmó el club este domingo. De esta manera, el máximo goleador histórico de la entidad merengue con 371 tantos en las últimas seis temporadas, se acerca al “sueño” de retirarse vistiendo la camiseta blanca. Para entonces, tendrá 36 años y habrá cumplido 12 años como jugador merengue. Horas antes de que el club oficializara el acuerdo, el técnico Zinedine Zidane, se dijo “contento” con la noticia pues afirma que para él se trata de un jugador “único”.
“Lo que tiene que hacer es acabar su carrera aquí. Cristiano es único. Como es su sueño, estoy contento de que pueda renovar y acabar de blanco como yo hace muchos años”, dijo el técnico en rueda de prensa tras el encuentro en que el Real Madrid venció por 3-0 al Leganés en el Santiago Bernabéu. Como todos los indispensables que han pasado por las oficinas de Chamartín, la extensión de Cristiano conllevará una substancial mejora salarial.
Según han recalcado los medios allegados a la directiva merengue, el portugués (que ya ganaba 17 millones de euros netos por temporada) permanecerá como “el mejor pagado del equipo”, luego de que la prensa inglesa afirmara que el siguiente en la línea de sucesión por el lugar de honor en el vestidor, Gareth Gale, había llegado a un acuerdo por cerca de 160 millones de euros para los próximos seis años, incluyendo ‘primas’ y premios por un posible Balón de Oro en el futuro.
Cristiano y Bale tienen un entendimiento pacífico – incluso hasta les gusta jugar juntos cuando las circunstancias o la estrategia permite libertad para ambos – pero no es secreto que el galés fue contratado como sucesor del que aún es el jugador más rentable del plantel. Que vende muchas camisetas es cierto, pero también da prestigio: posee varios récords europeos y españoles, atrae afición joven y habitualmente se postula como contendiente serio al máximo galardón individual – el único del plantel que de hecho lo ha ganado y tres veces.
Pero de Cristiano no se supo nada más en la mañana del domingo y en cambio fue Gareth Bale, de nuevo, el que resultó decisivo con dos tantos que dejaron prácticamente sentenciado el encuentro al final de la primera parte. Con su segundo doblete en la campaña, Bale llegó a siete anotaciones, las mismas que el portugués gracias al triplete en la victoria por 1-4 sobre el Alavés y una menos que Álvaro Morata, quien completó la goleada con su octavo gol de la campaña. Cristiano, en cambio, sumó su quinto consecutivo como local sin marcar. En esta ocasión ni siquiera disparó a puerta y su contribución al juego del Madrid cada vez es más limitada; corre poco y rarísima vez se aventura a atravesar la media cancha hacia un territorio tan fangoso como desconocido para él llamado zona defensiva. Tuvo poco el balón – registró 36 toques en 90 minutos, sólo tres más de los 33 de Luka Modric en menos de media hora y apenas creó una oportunidad a través de un centro al área para Gareth Bale. Y como de costumbre, su contribución a la recuperación fue nula. Su frustración ha sido notoria, como de costumbre. Los gestos dramáticos cada vez que falla o sus airados reclamos cuando los demás no le sueltan el balón (hoy se ha desquitado con Bale, pero para todos tiene). Pero según Zidane, a Cristiano “no le pasa nada”, quizás por entender que las crecientes críticas se limitan únicamente a su irregularidad de cara a portería. “Siempre queremos que marque Cristiano; el otro día (contra Alavés) metió tres. A lo mejor ves cosas en el campo porque siempre quiere marcar gol, pero no lo veo preocupado. Lo veo bien; metido. Es cierto que lo que le gusta es meter gol pero está tranquilo”, señaló Zidane.
En la línea marcada por el club a Cristiano se le respeta la jerarquía apostando por que su estado actual se limite a una “mala racha” y no sea reflejo del principio del declive del jugador y, por tanto, es la postura que adopta el técnico, renuente a darle muchas vueltas a la idea de que el contraste entre el juego gris del portugués y la “consistencia” de las actuaciones del galés puedan ser evidencia de un cambio de ciclo; el inicio de la “era Gareth Bale”. Yo estoy pensando siempre en el equipo. Hoy estoy contento con el trabajo de todos, no de un jugador en particular. Luego cada vez hay alguien que hace la diferencia(en este caso Bale); pero lo que me gusta es el equipo”, dijo Zidane.
Por Paola Núñez | ESPN