AUSTIN.- El Campeonato Mundial de Fórmula Uno vivirá este fin de semana su decimoctava prueba en el Gran Premio de Estados Unidos, en Austin (Texas), el inicio de un tríptico americano que continuará en México y Brasil, con el alemán Nico Rosberg (Mercedes) como líder destacado. Con 33 puntos de ventaja sobre su compañero y rival -el tricampeón del mundo británico Lewis Hamilton- y 100 en juego para el ganador de las cuatro carreras que restan, Rosberg llega al Circuito de las Américas de Austin después de imponerse en Japón, beneficiado por la mala salida del británico en Suzuka.
Hasta Hamilton reconoció que la renta del piloto de Wiesbaden (Alemania) es "difícil de alcanzar", después de tener "un derrape" en una rueda en el circuito donde Mercedes logró los puntos para ganar el Campeonato de Constructores, el tercero de forma consecutiva. Un triunfo para la marca alemana no sin polémica, porque el resultado estuvo bajo disputa por una protesta del equipo sobre una maniobra del holandés Max Verstappen sobre Hamilton, luego retirada y desaprobada por el propio Lewis, y que a punto estuvo de dejar el resultado en suspenso.
La historia favorece a Hamilton
En Austin, Hamilton acumula tres victorias, las dos últimas de forma consecutiva y una cuarta en el Gran Premio de Estados Unidos cuando se celebraba en Indianápolis. El 25 de octubre del año pasado, Lewis sentenció matemáticamente en el circuito tejano su tercer campeonato mundial (antes ganó en 2008 y 2014). Rosberg acumula las dos últimas 'pole position' en el Circuito de las Américas, pero nunca ha obtenido la victoria en este trazado, en el que el año pasado su compañero aprovechó un fallo suyo a falta de ocho vueltas para adelantarle y finiquitar el campeonato. No obstante, enfrentarse a un circuito en el que nunca había ganado ha sido una circunstancia fetiche para Rosberg durante esta temporada.
El piloto alemán no solo estrenó su palmarés en Suzuka hace dos semanas, también se bautizó como ganador en Marina Bay (Singapur), Spa-Francorchamps (Bélgica), en Bakú (Azerbaiyán, sede del Gran Premio de Europa), en Sochi (Rusia) o en Bakhir (Baréin).
Por detrás de los dos Mercedes, Ferrari y Red Bull seguirán en la pelea por la segunda fila de la formación de salida y por el puesto que complete el podio, que en las últimas carreras han correspondido a la formación austríaca de bebidas energéticas. Más atrás, el español Fernando Alonso (McLaren-Honda) tendrá que reponerse del fiasco en Suzuka, el circuito de su marca en el que no fueron competitivos para estar más allá del decimosexto lugar. El año pasado en Austin rozó los puntos, ya que acabó undécimo.
Una prueba para Estados Unidos
El Circuito de las Américas supone la primera prueba en Estados Unidos después de la compra de la Fórmula Uno por la multinacional estadounidense Liberty Media Corp, anunciada el pasado septiembre por un valor de 4.400 millones de dólares (unos 4.009 millones de euros) y la llegada del estadounidense Chase Carey a la presidencia, con el objetivo de popularizar este deporte en el mercado americano.
En Austin, trazado de 5,513 kilómetros al que se darán 56 vueltas si no se sobrepasan las dos horas de límite, debutarán esta temporada los neumáticos superblandos, que no habían sido utilizados nunca en este trazado, por lo que se esperan mejores tiempos por vuelta y en principio que no aparezcan la lluvia y el viento que complicaron la edición del año pasado.
EFE