BOSTON — Las llamadas que hizo la ex estrella de los New England Patriots, Aaron Hernandez, desde prisión antes de su primer juicio por asesinato fueron grabadas sin conocimiento de los fiscales y del actual equipo legal del jugador, de acuerdo a un reporte publicado el viernes.
El diario Boston Herald reportó que las grabaciones sucedieron cuando Hernandez estaba en una prisión en Boston en el verano de 2014. Hernandez fue condenado al siguiente año del asesinato del prometido de la hermana de su novia en 2013. Actualmente cumple una sentencia de cadena perpetua sin derecho a libertad bajo palabra y espera un nuevo juicio por un doble homicidio de 2012 en Boston. Peter Van Delft, vocero del departamento del sheriff de Suffolk, dijo al diario que la grabación ilegal de las llamadas se dieron poco tiempo después de que Hernandez fue trasladado a la cárcel de Boston desde otro centro penitenciario.
Aaron Hernandez Getty Images El superintendente en jefe del departamento, Michael Harris, dijo en una declaración escrita el viernes que descubrió el espionaje durante una revisión de seguridad en 2014 y encontró que la base de datos de la empresa de telefonía contratada había registrado que las llamadas hechas por Hernandez habían sido intervenidas”.
Harris indicó que el departamento concluyó que nada de lo descubierto necesitaba ser notificado por el departamento del sheriff al Fiscal de Distrito. El departamento del sheriff también habló con el contratista, la empresa Securus, con base en Dallas, por lo que los protocolos de seguridad fueron reforzados, agregó Harris. Los fiscales indicaron que nunca se les informó que las llamadas de Hernandez habían sido grabadas y el actual equipo legal del ex jugador señaló lo mismo. El anterior equipo legal de Hernandez, que lo representó durante el juicio de 2015 en el condado de Bristol, no quiso hablar del tema.
El profesor de Leyes de Harvard, Ronald Sullivan, parte del nuevo equipo de defensa de Hernandez, dijo que revisaría el asunto. Harris dijo que el departamento del sheriff no graba llamadas de teléfono entre prisioneros y sus abogado, pero que sí sigue la práctica que se hace a nivel nacional de grabar llamadas que no son a los abogados, no sin antes advertir a los interlocutores de que se registrará la conversación.
AP
