BARCELONA — Nombrar al Granada alrededor del Camp Nou convoca a la nostalgia. El equipo andaluz, con una camiseta rojiblanca en horizontal, fue ante el que se presentó oficialmente Johan Cruyff como futbolista del Barça hace precisamente 43 años y pudo enlazar el pasado con el presente.
No pudo ser. La noche en que se celebró el partido 1,500 en el Camp Nou y en la que Messi podía celebrar sus 500 goles como futbolista del Barcelona se cerró con la hinchada abandonando la grada sumida en una decepción silenciosa. Ganó el equipo de Luis Enrique, sí, pero completó uno de esos partidos que no permanecerán en el imaginario. Leo fue el de siempre. No cambió su argumento futbolístico ni el guión al que acostumbra. Se parapetó en la banda a observar cómo se desarrollaba el juego. Miró, estudió la forma de defender de los hombres de Alcaraz e intervino cuando lo consideró oportuno.
No demasiado. Aunque en conclusión lo suficiente para desnivelar la balanza. Todos estaban preparados ya para loar sus 500 goles en azulgrana. Después de que el público pidiera voz en grito la dimisión de Javier Tebas como presidente de la Liga, se esperaba la explosión para convertir una noche cualquiera en otra fiesta de Messi… pero no pudo ser. El 20 de marzo de 2012, hace cuatro años y medio, el Granada visitó el Camp Nou y el Barça venció por 5-3 en una tarde muy distinta a esta. Tan distinta que Messi marcó tres goles y alcanzó los 234 oficiales con la camiseta azulgrana para convertirse en el máximo goleador histórico del club.
Hoy Leo suma 467 goles en partidos oficiales. Y sumados los 31 en partidos amistosos alcanzan los 498, a un paso de los 500 que se interpretó debería alcanzar esta noche. Casar el pasado de Cruyff, que marcó sus dos primeros goles oficiales de azulgrana un 28 de octubre de 1973 frente a este mismo rival, con el presente de Messi. Un relato inmejorable y redondeado por los 1.500 partidos oficiales disputados en el Camp Nou.
El 6 de octubre de 1957, ante el Jaen, un 6-1 con hat-trick de Eulogio Martínez estrenó el coliseo barcelonista. Desde entonces, mil 119 victorias, 238 empates y 143 derrotas ocupan la estadística de estos 1.500 partidos a los que se llegó con Rafinha ocupando el plano que la leyenda habría querido reservar a Messi.
Por Jordi Blanco I ESPN
