ARLINGTON, Texas — Otra semana, otra prueba superada para el novato. Y esta vez fue en calidad de remontada y tiempo extra. Dak Prescott distó de tener su partido más limpio o mejor ejecutado, pero respondió en el momento más trascendente, al igual que buena parte de sus compañeros en la victoria 29-23 de los Dallas Cowboys sobre los Philadelphia Eagles. Fue el sexto triunfo consecutivo de Dallas en la temporada de la mano del novato, si es que aún se le puede nombrar así.
“Fue un triunfo grande al ser capaces de reponernos a diferentes adversidades que sucedieron durante el partido”, dijo el entrenador en jefe, Jason Garrett. “De manera individual, hubieron muchas personas que se negaron a rendirse. Y al final del partido, los muchachos supieron hacer las jugadas necesarias para ganar”.
Prescott supo otra vez reponerse a errores y a la evidente presión mental y física a la que fue sometido durante todo el partido. Sufrió una intercepción en la zona roja en el segundo cuarto, que en ese momento significó puntos que hubieran dado ventaja, pero sobre todo pasar el momento del juego a los Eagles. Sin embargo, Prescott fue uno de varios Cowboys que cometieron errores evidentes y otros de apreciación, como sus entrenadores.
Por ejemplo, en la intercepción del segundo cuarto muy pocos de las 93,103 personas que colmaron el AT&T Stadium debieron entender la razón por la que mandaron dos jugadas de pase en la yarda siete de Philadelphia, cuando el corredor Ezekiel Elliott ganaba yardas cada vez que acarreaba el balón.
En ese momento, los Eagles ganaban 13-10 en el segundo periodo y todos sus puntos habían resultado de errores de los Cowboys, incluyendo 12 hombres en el campo, recibir una patada de despeje dentro de la yarda 10 en vez de dejarla botar para touchback con castigo además en la misma jugada; castigos cuando ya habían detenido en tercera oportunidad, etcétera. Pero estos Cowboys parecen diferentes a los de años recientes.
Prescott y Elliott parecen inyectarles esa adrenalina y ganas cuando más se necesita. “Parece que entre más grande es el escenario y más grande es la presión, Dak se desempeña mejor”, consideró el ala cerrada Jason Witten. Al menos así sucedió este domingo cuando por ejemplo, Prescott conectó pase de touchdown con Dez Bryant a 3:04 del final del tiempo regular para empatar el partido. Y después en el tiempo extra, completó los cinco pases que lanzó, en especial el del triunfo a Witten, para ni siquiera prestarle el balón a los Eagles en la prórroga.
“Eso es lo que ha demostrado desde el día uno”, dijo el entrenador de los Cowboys, Jason Garrett. “Capacidad para manejar cualquier situación. Ya había remontado antes para nosotros este año. Juega con la misma mentalidad siempre, la misma desfachatez, el mismo temperamento sin importar lo que haya sucedido antes”. “Los mejores jugadores de los que he estado cerca fueron capaces de hacer eso”, agregó. “Fue sobresaliente al final del partido. Obviamente al final de la última serie hizo jugadas grandes, incluido el pase ganador a Witten”.
Por Carlos A. Nava | ESPN