Los Dodgers de Los Angeles inician este lunes una serie crucial de tres juegos, frente a sus más encendidos rivales, los Gigantes de San Francisco, con los que han sostenido una permanente carrera a lo largo de toda la temporada, por la posesión de la cima en la División Oeste del Viejo Circuito. El equipo que dirige Dave Roberts llega a las Colinas de Chávez Ravine luego de una gira de diez juegos, intentando mantener la ventaja de 5 que tiene sobre la novena del norte de California. Al mismo tiempo, la organización que naciera en Brooklyn, N.Y. y que a mediados del siglo pasado se mudara a Los Angeles, rinde un homenaje al legendario narrador Vin Scully, quien luego de 67 años como la Voz de los Dodgers, dice adiós a los micrófonos al finalizar la presente temporada.
El propio Scully adelantó que, en caso de que el equipo angelino avance a la postemporada, él no lo acompañara desde la cabina de transmisiones, ya que su último juego, será el 2 de octubre, en San Francisco. Una fecha que, de acuerdo al propio Scully, coincide con el momento en que, 80 años atrás, él ponía por primera vez sus ojos en el béisbol.
"Era el 2 de octubre de 1936, yo tendría como 9 años de edad y al salir de la escuela, al pasar por una lavandería china, pude ver en la ventana, un cartelón donde se veía el marcador de 18-4 de los Yankees sobre los Gigantes, del día anterior. Pobres Gigantes, pensé, y decidí que iría a presenciar el siguiente juego de la Serie Mundial. El parque de pelota me quedaba como a veinte cuadras y así empezó mi romance con el béisbol", evocó Scully, este lunes, durante una conferencia telefónica.
Los Dodgers tienen planeada toda una semana de actos que van desde una serie de conferencias de prensa, con los especialistas de todo el país, así como un evento para los periodistas que cubren día a día al equipo, este sábado, en Dodger Stadium, previo al penúltimo duelo de la campaña regular, en casa, frente a los Rockies de Colorado, el sábado 24 de septiembre. El viernes 23, será el Día de Apreciación a Vin Scully, con la entrega de unos 50 mil muñecos, los populares 'bobblehead', a los aficionados presentes en el estadio, quienes también recibirán un mensaje de despedida, especialmente escrito para ellos, por el propio personaje, quien en su dilatada trayectoria junto al equipo azul, vivió y narró todas sus conquistas.
Entre las hazañas que le ha tocado narrar están sus seis Series Mundiales, los 21 títulos en la Liga Nacional, los juegos sin hit ni carrera, así como los momentos más bajos de la ilustre institución deportiva. "Más que considerar que fuesen logros personales, yo simplemente me siento afortunado de haber podido presenciar esos grandes eventos", aseguró, con su modestia de siempre, Scully, al referirse a los grandes eventos deportivos, como los Juegos de Estrellas en el béisbol, así como partidos de futbol americano y torneos de golf, que narró durante su ilustre trayectoria.
El domingo 25, será la última vez que la voz de Vin Scully se escuche, narrando un juego de los Dodgers, desde su estadio en Elysian Park, porque la campaña regular la cierra el elenco que orienta Dave Roberts con dos series como visitante, en San Diego y en San Francisco.
UN AÑO DE DESPEDIDA
Pero no solo ha sido una semana, sino todo el 2016, en que Vin Scully ha recibido el reconocimiento de la organización azul, de la prensa, de los aficionados y hasta de la ciudad de Los Angeles, que aprobó antes del inicio de la presente campaña, nombrar a la calle que conecta con la entrada principal a Dodger Stadium, como la Calle Vin Scully. "Más que considerar que fuesen logros personales, yo simplemente me siento afortunado de haber podido presenciar esos grandes eventos." Vin Scully, sobre sus 67 años como 'La Voz de los Dodgers'
El palco de prensa de Dodger Stadium, lleva el nombre de Vin Scully y cada noche, después de cantarse el out número 27 de cada juego en casa, decenas, y hasta centenares de aficionados se alinean en un espacio que comprende una distancia similar a la que separa el montículo del home plate, la que existe entre la puerta del palco de prensa y el elevador, tan solo para ver, para aplaudir, para tomarle una foto, o para gritar el nombre del popular narrador, mientras abandona su templo de trabajo.
Además los últimos juegos de los Dodgers en la presente temporada, serán transmitidos por una estación de televisión local, exclusivamente para que un mayor número de aficionados puedan gozar de las últimas narraciones de Vin Scully, por primera vez, desde que un consorcio del sistema de cable, adquiriera los derechos de exclusividad de todos los juegos del equipo y solo los afiliados a esa empresa, pueden ver las transmisiones de cada partido del equipo angelino.
Atrás quedan las clásicas narrativas de un hombre que con su elocuencia, con su genial uso del lenguaje, su capacidad para encontrar, en segundos, la palabra o la frase perfecta para describir lo que sus ojos están registrando, para transmitírselo en forma instantánea a los oyentes, con la fidelidad, con la expresividad, y el color de una Mona Lisa, pintada por Da Vinci Desde los Dodgers de Brooklyn, donde Vin tuvo sus inicios, pasando por el único juego perfecto que se ha registrado hasta el momento en una serie mundial, en esa oportunidad, protagonizada por los Yankees de Nueva York y los Dodgers.
El 8 de octubre de 1956, cuando Don Larsen, serpentinero de los Mulos de Manhatthan, se codeó con la perfección, durante el quinto juego de aquel Clásico de Otoño. Scully recordó la forma en que aquella rivalidad, entre los Dodgers de Brooklyn y los Gigantes, entonces de Nueva York, se trasladó a la costa oeste, con la mudanza de ambas instituciones. "La rivalidad de hoy en día, no se compara con la que tenían estos equipos, en Nueva York", subrayó Scully, quien llegó a Los Angeles, junto a los Dodgers, en 1958, cuando el equipo se estableció en el Coliseo Memorial, donde jugó hasta la inauguración de Dodger Stadium en 1962.
La nostalgia tendrá que invadir a quienes vivieron y recuerden la última vez que los Dodgers ganaron una Serie Mundial, en 1988, frente a los Atléticos de Oakland, y volverán a escuchar la voz de Vin Scully, repasando las actuaciones de Orel Hershiser desde el montículo, para conducir al equipo de Tommy Lasorda a su sexta corona en la cita de octubre.
El dramático cuadrangular de Kirk Gibson en Dodger Stadium, en la misma serie mundial de 1988, que mantuvo vivas las ilusiones del equipo de Chávez Ravine y que se convirtió en uno de los momentos más recordados por los aficionados, en la historia de la franquicia. Como aquel juego perfecto de Sandy Koufax, en 1965. O el juego sin hit ni carrera de Fernando Valenzuela, en 1990. "Me quito el sombrero", dijo Scully, cuando el 'Toro de Etchohuaquila' lograba el out número 27, dentro de una era que fue conocida como la Fernandomanía, que también fuera relatada con efusividad por Vin Scully.
Por Rigo Cervantez, ESPN