Cuando se habla sobre la paridad de la NFL, no se trata de un mero slogan de publicidad. Sus nueve campeones distintos en los últimos 10 años son toda la evidencia necesaria. De igual forma, en ese mismo lapso, 28 de los 32 equipos han alargado su temporada hasta los playoffs. Únicamente los Bills de Buffalo, los Browns de Cleveland, Raiders de Oakland y Rams, ahora de Los Ángeles, no integran esa lista. Eso podría estar por cambiar.
Los Raiders apuntan a 2016 como el año en que ponen fin a una sequía de playoffs que se alarga desde que cayeron en el Super Bowl de 2002 ante Tampa Bay. De la mano de un coach con toda la identidad y filosofía del conjunto, una peligrosa mancuerna ofensiva y una división abierta para cualquiera, los Raiders aspiran a jugar en enero.
El hecho de que Peyton Manning se haya despedido de la NFL y dejado a los campeones Broncos en el limbo, solo beneficia a las aspiraciones de Oakland en una División Oeste de la AFC que redondean los Chiefs y los Chargers de San Diego. El quarterback de tercer año, Derek Carr, mostró un importante progreso en 2015 y cada vez es mejor la química que tiene con el receptor de segundo año, Amari Cooper. El equipo tuvo marca de 3-13 en la primera temporada de Carr, y mejoró a 7-9 el año pasado. El coach Jack Del Río pretende continuar con esa ruta ascendente.
Para ello, debe aprovechar el hecho de que su conjunto solo enfrenta a un rival que asistió a playoffs en 2015 en la primera mitad de temporada, Kansas City en la semana 6. Su mayor preocupación es la recta final, ya que en 2015 perdieron seis de sus últimos nueve encuentros para quedar fuera de la contienda.
Con una defensiva anclada por el estelar Khalil Mack y la llegada del feroz defensive end Bruce Irvin, Oakland busca mejorar una defensiva que se ubicó 22da en la liga, y que admitió al menos 30 puntos en seis juegos de campaña regular, cinco de ellas derrotas. En el aspecto negativo, el cornerback Charles Woodson, un líder en el terreno y en el vestidor, se retiró al término de la campaña anterior y sin duda se le extrañará.
Los Raiders no son el único equipo que busca sorprender El Sur de la AFC es un enorme signo de interrogación. Pero ningún equipo genera más intriga que Jacksonville. Los Jaguars no han rebasado los cinco triunfos en ninguna de sus últimas cinco temporadas y apenas tienen una campaña ganadora en sus últimos 10 años, la última vez que visitaron los playoffs con registro de 11-5 en 2007. Pero la paciencia parece haber rendido frutos en el norte de Florida.
Seis de sus once derrotas la campaña anterior fueron por siete puntos o menos, lo que habla de que están en los partidos. Pero la defensa de Bradley, quien llegó con la reputación del arquitecto de la defensiva campeona de los Seahawks de Seattle, no ha estado al nivel de un ataque que presume un arsenal formidable en Bortles y los wide receivers Allen Robinson y Allen Hurns. La llegada del cornerback novato Jalen Ramsey y la llegada de Prince Amukamara en la agencia libre podrían ser las piezas faltantes para que la defensiva despierte y Jacksonville transforme talento en playoffs.
El proyecto de Gus Bradley inicia su cuarto año y el quarterback Blake Bortles espera cosechar lo sembrado en 2015, cuando terminó con 4.428 yardas y 35 touchdowns. Un año más de experiencia tal vez sea lo que se necesite para reducir sus 18 intercepciones, que encabezaron la NFL en ese departamento. Si consigue reducir sus entregas de balón, Jacksonville cuenta con el talento para aspirar a la postemporada.
AP