Novak Djokovic, número uno del mundo, que defiende el título de campeón, despejó las dudas que surgieron tras su paso a octavos con haber disputado apenas un partido de cuatro sets y seis juegos del primero de la tercera ronda, debido a las retiradas de sus respectivos rivales. Esta vez si jugó el partido completo y lo hizo ante el británico Kyle Edmund, número 84 del mundo, convertido en el verdugo de los cabezas de serie después de eliminar al francés Richard Gasquet, decimotercero favorito, y John Isner, vigésimo.
Edmund de 21 años había vivido la mejor semana de su carrera profesional que le garantizó colocarse entre los 60 mejores por primera vez desde que llegó a la ATP. Pero su racha triunfal acabó en cuento tuvo que medirse con Djokovic que a su vez confirmó que ni está en crisis de juego ni tiene problemas físicos. Todo lo contrario se mostró en gran forma y en la pista central Arthur Ashe barrió por completo a Edmund al que venció por un contundente marcador final de 6-2, 6-1 y 64.
El número uno del mundo apenas necesitó una hora y 55 minutos para acabar con el sueño de Edmund y de paso también enviarles el aviso a sus rivales que está listo para salir de Flushing Meadows con el trofeo de campeón.
"He realizado el partido que deseaba, ante un rival con poder físico, que luchó y con el que se me permitió desarrollar mi tenis agresivo desde el inicio", comentó Djokovic. "Ahora todo está en orden y debo ir a más en la segunda semana del torneo". De nuevo Djokovic logró no sólo el triunfo sino mostró un tenis de alto nivel en un partido que al margen de lo abultado del resultado, tuvo que sobreponerse a un quiebre abajo en el tercer set.
EFE